Un estudio reciente afirma que dejar que nuestros hijos experimenten las emociones negativas de sus fracasos los ayuda a ser mejores
Ver a nuestros hijos fracasar es difícil para todo padre. Y lo primero que queremos hacer es remover los sentimientos de tristeza, decepción y rabia que esto produce.
Frases como: “No te sientas mal”, o “No pienses en eso” o incluso distraerlos con otras actividades son los mecanismos que utilizamos para alejarlos de ese desagradable estado emocional.
Sin embargo, un reciente estudio afirma que, dejar que las personas experimenten las emociones que produce el fracaso, los motiva a mejorar y a aprender.
El estudio titulado Las emociones saben más: la ventaja de las respuestas emocionales frente a las cognitivas ante el fracaso ha sido liderado por Noelle Nelson, Selin Malkoc y Baba Shiv de la Universidad de Ohio, se concentra en observar la diferencia entre las respuestas emocionales y las cognitivas frente al fracaso.
La mayoría de las teorías afirman que las personas no deberían sentirse mal por sus errores, sin embargo, en el estudio se comprobó que las personas que se permiten reflexionar a partir de las emociones negativas que le produce el fracaso, están más motivadas a hacerlo mejor y a lograr sus objetivos en futuras oportunidades.
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