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El pescado, un gran protagonista de nuestras mesas en Semana Santa

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María Eugenia Brun - publicado el 26/03/18
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El pescado es el protagonista en las mesas familiares en Semana Santa en muchos países del mundo. Pero también lo fue hace mucho tiempo atrás y en tiempos de Jesús. En varios pasajes de los evangelios aparece este alimento y quizás uno de los más emblemáticos es el vinculado al pasaje de la primera multiplicación de los panes donde se menciona que Jesús ordenó a los discípulos alimentar a una multitud de unas 5.000 personas con “cinco panes y dos pescados” (Mt 14. 13-20).

Este alimento -muy significativo en el cristianismo, y no en vano los primeros discípulos fueron pescadores- es rico en nutrientes y por tanto es recomendable que esté presente en nuestra alimentación no solo en semana santa sino todos los días.

Un alimento de gran valor nutricional

El pescado es un alimento nutritivo, de rápida cocción y fácil digestión por su bajo contenido de colágeno que hace que se digiera en una a una hora y media.

Son fuente de proteínas y de vitaminas B, A, D y E (esta última actúa como antioxidante), también aporta minerales como el yodo.

Hay dos grandes grupos:

  1. Los pescados azules (o grasos) como la sardina, salmonete, atún, salmón, trucha, bonito, pez espada, rodaballo, caballa, anchoa o boquerón, palometa, anguila, arenque, carpa y jurel que nos aportan grasa insaturada (grasa buena) entre estos se encuentra el Omega 3, este tiene la capacidad de ayudar a disminuir los niveles de colesterol sanguíneo y los procesos inflamatorios en el cuerpo. Siendo aconsejable según la Asociación Americana del Corazón (AHA), consumirlo al menos dos veces por semana.
  2. Los pescados magros como el lenguado, cojinova, gallo, merluza, bacalao, cabracho, pescadilla, rape. Estos se pueden consumir a diario por su bajo aporte calórico y menor valor lipídico.

Beneficios nutricionales

Es un alimento que nos brinda múltiples beneficios nutricionales, es recomendado para todas las edades, especialmente para los niños y adultos mayores.

En el caso de los niños porque le aportan proteínas de buena calidad importantes para su buen crecimiento y desarrollo, además de fortalecer el sistema inmunológico.

En los adultos ayuda a prevenir y disminuir las enfermedades coronarias y en los enfermos favorece la regeneración de tejidos.

La porción ideal es entre 150 y 200 gramos por día.

Ten presente que su aporte calórico es relativamente bajo, entre 120 y 200 calorías por cada 100 gramos, por tanto, si buscas no elevar las calorías, es importante seleccionar los métodos de preparación más adecuados como al vapor, a la plancha o al horno.

Para obtener todos estos beneficios nutricionales y prevenir alguna posible intoxicación alimentaria debemos hacer una correcta selección.



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Algunas recomendaciones para el momento de la compra

Si compras pescado fresco, debes evaluar el estado del pescado antes de comprarlo, observar que tenga:

  • Olor a mar
  • Sus ojos deben estar húmedos y brillantes
  • Las escamas no se deben desprender fácilmente
  • Piel brillante y húmeda
  • La carne debe ser firme y resistente a la presión de los dedos
  • El vientre no debe estar abultado
  • Las agallas son de color rojo suave a rojo intenso

Sí compras el pescado enlatado, debes:

  • Escoger una marca conocida.
  • Observar que la etiqueta sea auténtica, ver la fecha de caducidad y el registro sanitario.
  • Fijarte que la lata no esté abollada, hinchada, oxidada o con filtraciones.

El pescado, además es un alimento muy versátil que se lo puede cocinar de infinitas maneras, y principalmente en Semana Santa en algunos países latinoamericanos se reúnen en familia en recuerdo y homenaje de La Pasión, muerte y Resurrección de Jesucristo, se preparan deliciosos platos típicos con pescado.

¡Tal vez puedas tomar alguna idea!

En Ecuador, se prepara la “fanesca”, una sopa compuesta de vegetales, bacalao y granos acompañada habitualmente con puré de patata “molo”.

En Venezuela, el “sancocho de sapoara’” un pescado que abunda en los ríos Orinoco y Caroní, según la leyenda, si se come se regresa al lugar y también el bacalao, mientras que en Colombia una de las costumbres es comer bagre seco salado.

En Perú no puede faltar el ceviche, así como en Paraguay el “chipá”, una torta de harina de maíz o mandioca con queso.



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En Chile, las empanadas de mariscos y pescado frito son los infaltables de las mesas familiares. Así como en Argentina y Uruguay las protagonistas son las empanadas de vigilia rellenas principalmente de atún, aunque también se consumen mucho las  milanesas de pescado (merluza) o paellas de mariscos.



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La Semana Santa es un tiempo de reflexión y qué mejor que conmemorar la fe y la tradición compartiendo en familia, y por qué no, alrededor de la mesa y disfrutando de nuestras deliciosas raíces gastronómicas junto a este alimento tan nutritivo como el pescado.

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