“La última vez que pude hablar con mi hijo fue el 5 de enero del 2018 cuando había condenado. Yo esperaba una buena noticia, estaba atenta al teléfono y escucho la voz de Víctor. Me dice: mamá no lo logramos, me voy a la horca; pero estoy preparado para todo (llanto). Quiero que le diga a mi hijo que lo cuide, eso fue lo que me dijo”.
Estas palabras pertenecen a Silvia Vargas, la madre de Víctor Parada Vargas, el boliviano que ha sido noticia en las últimas semanas por haber sido sentenciado a la horca en Malasia luego de transportar 450 gramos de cocaína en su estómago hacia ese país.
Silvia Vargas, que expresó palabras de congoja en entrevista con el portal Urgentebo.bo, se ha encargado de cuidar al hijo de Víctor luego de que la madre los abandonara por problemas económicos.
Para Silvia Vargas lo acontecido con su hijo, que fue condenado a muerte en Malasia, le ha generado un intenso sufrimiento y aguarda con suma expectativa las gestiones del gobierno boliviano para salvarle la vida.
En ese sentido, en los últimos días se anunció la conformación de una “comisión gubernamental” con el objetivo de trabajar a través de la vía diplomática para evitar que se haga efectiva la pena de muerte, consigna La Razón.
La apelación interpuesta por la defensa de Víctor Parada se presenta como último recurso, posibilidad que abre un espacio que podría durar entre uno y dos años, para “evitar la ejecución o incluso conmutarla”, prosigue ese medio.
La aprobación en 2017 en Malasia de una ley interna que permite conmutar penas de muerte por delitos vinculados al narcotráfico se abre como “luz de esperanza”, aunque este aspecto aún necesita ser ratificado por el Congreso local.
Al mismo tiempo, desde el gobierno se aseguró que se agotarán todas las vías para evitar el peor de los desenlaces para Víctor Parada y eso implica concurrir a tribunales internacionales, entre otras cosas para que pueda ser extraditado y cumplir su pena en Bolivia.
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Oración y acompañamiento
En las últimas horas representantes de la Iglesia católica en Bolivia también levantaron su voz en procura de indulgencias para con este hombre condenado a muerte en Malasia.
“La Iglesia acompaña a los familiares y al hermano Víctor Parada que se encuentra lejos de sus familiares, su patria, le prometemos cercanía a través de la oración”, expresó el arzobispo de Sucre, monseñor Jesús Juárez.
“Adherimos a las voces que claman porque los países donde rige la pena de muerte se adhieran a naciones cuyas normas que imponen la cadena perpetua, una prolongación en los recintos penitenciarios, pero se respete la vida como un don de Dios”, indicó el arzobispo, reproduce Iglesia Viva.
“Que se haga todo lo posible a nivel nacional, internacional y no se escatimicen esfuerzos para poder salvar una vida. Los parientes que están en España que sepan que la Iglesia apoya esta decisión a favor de la vida”, agregó.
Precisamente, Víctor vivió varios años en España, país desde el cual fue deportado debido a su “situación de ilegalidad”, consigna La Razón. Ya en su país de origen sufrió un accidente de trabajo y ante una compleja situación económica, según comenta su madre, una persona de origen sudafricana le ofreció ayuda a cambio de transporte de droga.
La detención de Víctor por este hecho se dio en el año 2013 en Kuala Lumpur –la capital de un país que tiene prevista la pena de muerte por el transporte de más de 40 gramos de cocaína- y desde ese momento hasta hora para él y su familia todo esto ha sido un verdadero drama.
La situación de Víctor, más allá de aspectos vinculados a su proceder y la Justicia, ha despertado solidaridad desde varios sectores en Bolivia y la Iglesia se ha sumado al pedido de indulgencia, pues en definitiva lo que está en juego por encima de todo es el derecho a la vida.
Hoy celebramos a...