Las Hermanas Dominicas juegan al fútbol en el campus de las Hermanas Dominicas de María, Madre de la Eucaristía en Ann Arbor, Michigan.
Son más de 130 hermanas y viven su vocación a través de la profesión de los votos de pobreza, castidad y obediencia, junto con un énfasis contemplativo en la adoración eucarística y la devoción mariana. «Nuestra comunidad existe para la salvación de las almas y la construcción de la Iglesia en todo el mundo «, afirman.
Durante su horario diario, tienen tiempo de adoración, oración y trabajo. También sacan algún tiempo para el ocio y en ese momento aprovechan para jugar al fútbol.
Fotografía de Paul Sancya para AP