Durante doce días se reúnen más de cien innovadores de toda Iberoamérica con el ánimo de ejecutar propuestas que se convertirán en prototipos de alto impacto social. En esta ocasión, con un inédito objetivo: La paz que tanto urge Colombia
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Desde este martes 13 y hasta el 25 de febrero, Nariño será sede del “Laboratorio de Innovación Ciudadana por la paz y el postconflicto”, una novedosa iniciativa de la Secretaría General Iberoamericana (SEBIG) en la que participan 10 proyectos vinculados con el impulso a los derechos humanos, la convivencia, la cultura de paz y la reconciliación.
A lo largo de doce días trabajarán juntas más de 100 personas de Colombia, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, España, Honduras, Italia, México, Noruega, Panamá, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela en el desarrollo de prototipos de alto impacto social que brinden soluciones a problemas concretos de las comunidades.
La región elegida, Nariño, es una de las que ha llevado la peor parte a lo largo de los más de cincuenta años de conflicto. Es también una de las zonas con mayor presencia de actores armados ilegales y está incluida entre los diez departamentos que lideran el número de quejas interpuestas en el país.
Entendida como un proceso de creación de propuestas en las que los ciudadanos trabajan colaborativamente haciendo uso de herramientas tecnológicas, la innovación ciudadana brinda alternativas a necesidades en las áreas social, política y cultural.
Los Laboratorios implican “el intercambio de experiencias y conocimientos entre ciudadanos para la ‘coproducción de soluciones’ a los problemas y desafíos reales” que afectan a las comunidades. Los proyectos tienen una visión de inclusión y accesibilidad enfocada en poblaciones vulnerables.
Esta edición ocurre tras ediciones exitosas en Veracruz (México, 2014), Río de Janeiro (Brasil, 2015) y Cartagena de Indias (Colombia, 2016); pero es la primera que se organiza con el fin excepcional de apuntar a la construcción de paz.
El evento es posible gracias a la articulación de esfuerzos por parte de la SEBIG, la Alta Consejería para el Posconflicto de Colombia, la Gobernación de Nariño y el Centro Noruego para la Paz y el Diálogo(Nansen), que esta vez se unen para impulsar la paz en tierras colombianas.
Con más de dos décadas de experiencia en la implementación de proyectos de diálogo en los Balcanes, Afganistán, Kenia, Iraq, Ucrania y Noruega, el Nansen es responsable de Centros locales en diversos países del mundo.
A lo largo del par de semanas durante las cuales funciona el Laboratorio, se celebrarán 15 conferencias; así como encuentros y cursos gratuitos que contarán con expertos en procesos de paz e innovación de todo el planeta.
Una vez culminado el Laboratorio, los proyectos serán presentados a medios, instituciones y financistas, a fin de hacer visibles las iniciativas y garantizar su implementación.
La idea, aseguran los organizadores, es que -apoyados en la novedosa metodología de este formato- los ciudadanos contribuyan con su trabajo y proyectos al mejoramiento de la calidad de vida de la golpeada comunidad cafetera.
Talleres sobre reparación colectiva de víctimas del conflicto y formación del Centro Nansen también formarán parte de la agenda, que incluye una jornada de “innovación y democracia” en la que participarán: la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, el gobernador de Nariño y el Alto Consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo.
El bogotano, economista de profesión, se convirtió en 1991 en el primer ministro de Defensa Civil de Colombia y lideró un proceso de paz que culminó con la entrega de armas de más de 5 mil combatientes. El también excandidato presidencial celebró la realización del evento, porque hace realidad “proyectos con impacto social” en los que “el ciudadano es protagonista”.
“Durante 12 días, la ciudad de Pasto (Nariño) será la anfitriona de un evento único en nuestro país”, posteó a través de su cuenta en Twitter. “Será un gran día para poner en marcha 10 iniciativas que ayudarán a construir la paz que nos acerca a la Colombia que queremos”, agregó.
Está previsto que acudan al evento representantes de la Agencia Española de Cooperación, personal del ministerio de Cultura colombiano y un significativo número de instituciones de Argentina, Brasil y España.
Los proyectos
Los proyectos van desde una ludoteca para niños víctimas del conflicto, que ascienden a 2,5 millones en toda Colombia; la fabricación de prótesis en 3D para los afectados por minas anti persona; micro-aspersores para riego agrícola; el diseño de biodigestores con sensores para generar autonomía energética, hasta la captura del agua de la niebla para su consumo.
También participan el proyecto “Araneae”, que espera crear una plataforma online para organizar movilizaciones sociales a favor de la paz. Así como una herramienta digital para profesores en áreas remotas, tomando en cuenta la deserción escolar del 74% de los jóvenes de la Costa Pacífica.
Los Inga, el pueblo indígena que venció al narcotráfico, será propuesto como una comunidad modelo que transformó su actividad agrícola para dejar de cultivar amapola. El video como herramienta de convivencia en niñas y niños, y un libro que recoge los rostros de las afrodescendientes víctimas del conflicto completan el grupo de propuestas.