(Actualizada el 24 de agosto de 2020)
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las vacunas disponibles permiten prevenir más de 26 enfermedades infecciosas. Sin embargo, uno de cada cinco niños en el mundo no recibe las vacunas rutinarias y, anualmente, un millón y medio de menores muere a causa de una enfermedad contra la que debería haber sido vacunado.
Hoy en día se vacunan más de cien millones de niños cada año contra difteria, tétanos, tosferina, tuberculosis, polio, sarampión y hepatitis B.
Las vacunas han logrado reducir la incidencia de enfermedades infecciosas, han salvado millones de vidas, han erradicado enfermedades mortales o invalidantes, y en global han significado un gran avance en salud pública y los expertos siguen insistiendo: “Tenemos que ser conscientes de que la salud de otros depende de que cada uno de nosotros estemos vacunados”.
Porque las vacunas no sólo nos protegen de las enfermedades a las personas sino que tiene efecto sobre los demás. Es decir, cuando la mayoría de las personas dentro de una comunidad se vacunan contra una enfermedad, la probabilidad de que brote una epidemia es pequeña.
En el caso de hoy, y para dar dimensionar el alcance real de esta problemática en términos de salud pública internacional, presentamos los titulares de dos noticias que hablan de los estragos que ha causado en los últimos tiempos. Por ejemplo, la difteria, una enfermedad infecciosa que se puede combatir con una vacuna.
La difteria se dispara en los campos de refugiados rohingya de Bangladesh
La difteria, una enfermedad olvidada en la mayor parte del mundo gracias a las crecientes tasas de vacunación, estos días está reapareciendo en Bangladesh. Hasta la fecha Médicos Sin Fronteras (MSF) ya ha visto más de 2.500 casos sospechosos, en su mayoría niños de entre 5 y 14 años, y se estima que esta cifra aumentará día tras día.
Un menor de 6 años ingresado en el Hospital Valle de Hebrón por difteria
Un paciente de seis años de edad, originario de Olot (Gerona), está ingresado en estado grave en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario Valle de Hebrón, de Barcelona, a causa de difteria. No había casos en España desde 1986.
Los motivos que han provocado cada caso son bien distintos pero el mensaje es el mismo: ¡Hay que vacunarse!
La principal función de las vacunas es estimular las defensas para que cuando nuestro cuerpo se encuentre con el microorganismo patógeno de una enfermedad infecciosa nuestro sistema inmune esté preparado para reaccionar y actuar de manera rápida.
Aunque, actualmente se ha generado una gran polémica sobre las campañas de vacunación masivas a los niños, el Dr. López-Goñi insiste en que “las vacunas en los niños son totalmente esenciales porque la cantidad de enfermedades infecciosas que puede padecer un niño es enorme y su sistema inmune todavía se está desarrollando”.
Las vacunas, los antibióticos y la esterilización-potabilización y desinfección son tres grandes avances de la ciencia y de la medicina que han mejorado la salud pública mundial reduciendo de manera muy significativa la mortalidad infantil y la incidencia de muchas enfermedades infecciosas.
Los grandes interrogantes que todos nos planteamos
¿Son seguras las vacunas? ¿Cuáles son sus efectos secundarios? ¿Son necesarias todas las que se contemplan en el calendario de vacunación?
Estas y muchas otras preguntas son las que se hacen los padres cuando llega el momento de vacunar a sus hijos. El Dr. Ignacio López-Goñi, Doctor en Biología y Catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra, experto en vacunas de reconocido prestigio internacional, argumenta sin atisbo de duda que, “las vacunas funcionan porque salvan vidas y porque que tú de que te vacunes depende la salud del otro”.
Vacunar a los niños es un acto de responsabilidad esencial porque es la época de la vida con mayor propensión a padecer enfermedades infecciosas y porque también es importante prevenir y evitar el contagio de estas enfermedades a otros.
Gracias a las vacunas las enfermedades infecciosas se han reducido más del 95% y una de las principales funciones de las vacunas es cortar la cadena de transmisión de la enfermedad y el contagio a las poblaciones más débiles: niños, enfermos y personas mayores.
Sin duda, las vacunas salvan millones de vida diariamente. Según el Dr. López Goñi “se calcula que cada minuto 5 niños salvan la vida gracias a las vacunas”.
¿Tienen efectos secundarios?
Los efectos secundarios de las vacunas son leves: es normal que haya unas décimas de fiebre, cierto malestar, el enrojecimiento de la zona y en pocos casos pueden aparecer pequeños síntomas de la propia enfermedad.
Como en todo, cada persona reacciona de manera distinta y por ello es importante que siempre haya una recomendación y supervisión médica.
Nuevas vacunas en fase de desarrollo
Coronavirus
La vacuna contra el coronavirus producida por la Universidad de Oxford y la empresa Astra-Zeneca está finalizando los estudios clínicos y es, hasta la fecha, la más prometedora para combatir la enfermedad causante de la pandemia. Se estima que podría comenzar a estar disponible antes de final de año.
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Zika
La vacuna contra el virus del Zika, que se contagia por mosquitos Aedes, provoca microcefalia y problemas de salud graves en los bebés de mujeres embarazadas infectadas. Un estudio experimental contra el Zika realizado en la Universidad de Saint Louis, en Estados Unidos, ha demostrado que la vacuna estimula la respuesta inmune al virus.
Ébola
La vacuna experimental contra el ébola tiene un 100% de efectividad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Marie-Paule Kieny, subdirectora general de Sistemas de Salud e Innovación de la OMS declaró que “aunque estos resultados llegaron demasiado tarde para aquellos que perdieron la vida durante la epidemia de ébola de África Occidental, tenemos la tranquilidad de que cuando se produzca el próximo brote de ébola no estaremos indefensos”.
Para los padres y madres que dudan y quieren saber más sobre sí es necesario y seguro poner vacunas a sus hijos recomendamos la lectura del libro publicado por el Dr. López-Goñi y Oihana Iturbide: ¿Funcionan las vacunas?
¡Hay que tener miedo a la enfermedad, no a las vacunas!
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