Donar un órgano para un trasplante es un acto sublime de generosidad y una posibilidad de recrear el ciclo vital: la muerte da paso a la vida y, la primera, pervive
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Sin donantes no hay trasplantes. Es este sentido, la donación es un acto de amor y entrega desinteresado y uno de los mejores ejemplos del significado real de la solidaridad y la humanidad de las personas.
En el mundo hay miles de personas que necesitan de un trasplante porque de ello depende su vida y, por supuesto, su calidad de vida.
En este mismo mundo, afortunadamente, también hay miles de personas dispuestas a donar sus órganos, la mayoría de veces tras su fallecimiento pero otras lo hacen en vida.
Por Navidad, una época en la que reina el deseo de compartir y celebrar las alegrías de la vida, el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) de Argentina ha lanzado la campaña #RegalaVida para promover la donación de órganos en un país donde 11 mil personas están en lista de espera para recibir un trasplante.
Para Año Nuevo se prepara la segunda parte, #El mejor regalo vive dentro nuestro.
Durante 2017, en Argentina, más de 81 mil personas se han apuntado al registro de donantes.
Leer y escuchar testimonios vivos de personas que han recibido un trasplante es una experiencia conmovedora.
Son relatos de vida que transmiten un espíritu de lucha incansable por la supervivencia.
Cuando llega el trasplante se experimenta un gran gozo al ver que se hace realidad lo deseado con esperanza durante tanto tiempo.
Más que los enfermos, las familias esperaban con paciencia, a veces con desespero, porque en ello iba la vida de su ser querido.
La ley obliga a mantener el anonimato entre donante y receptor pero tanto los enfermos trasplantados como sus familias desearían poder expresar su enorme gratitud a la persona y en su ausencia a los familiares que les ha salvado la vida.
Félix recibió un trasplante de corazón y emociona su testimonio de unos días después: “Sentí en la cara el frescor de la mañana y olí la tierra mojada. No exagero si digo que fue aquel el momento más feliz de mi vida. Había renacido. A partir de entonces, todo lo bueno que me ha sucedido se lo debo a unas personas a las que jamás he podido conocer”.
Y veamos la otra cara de la moneda. Se trata de relatos que emocionan por igual, en algunos casos desgarran el alma pero nos reconcilian y nos enseñan que cada día se puede ser mejor persona a pesar de los pesares.
Son los testimonios de los padres que han sufrido la pérdida de un hijo y, a pesar del inmenso e irreparable dolor que sienten, han sido capaces de donar “sus órganos” al hijo de una familia que lleva tiempo, incluso años, esperando a que se produzca el milagro.
Estas donaciones se realizan de manera totalmente altruista, y, a pesar de que donante y receptor no tengan conexión entre sí los trasplantados sienten que el “otro” forma parte de ellos para el resto de su vida.
Félix también dedica palabras de agradecimiento a los padres de su donante: “Me gustaría poder consolarles: explicarles que, gracias a su generosidad, su hijo sigue viviendo en mí y, a su vez, dándome vida. Porque un trasplante es sobre todo una relación simbiótica entre dos seres que, sin conocerse, se dan vida mutuamente. El trasplante proporciona esperanzas al receptor, pero también ha de proporcionarlas a la familia del donante, que, dando vida a otro, puede seguir viviendo”.
¿Qué órganos y tejidos se pueden donar?
Un donante puede donar el corazón, hígados, riñones, pulmón, páncreas e intestino. Huesos, válvulas cardíacas, córneas y piel. También se trasplantan células progenitoras, hemotopoyéticas de médula ósea o sangre periférica, que provienen de donantes vivos.
Cada país ha desarrollado su propia normativa y dispone de un registro de órganos (corazón, hígados, riñones, pulmón, páncreas, intestino, etc.) que se coteja con una lista de posibles receptores en lista de espera.
En el momento del fallecimiento de un donante se decide quién será el receptor en función de unos criterios médicos muy específicos que garantizan la equidad y la transparencia de la donación.
- Urgencia según la gravedad del receptor
- Compatibilidad entre donante y receptor
- Viabilidad del trasplante
España, un ejemplo mundial de donación y trasplante
El programa de donación de la Organización Nacional Trasplantes español es un modelo de referencia para el resto del mundo.
Desde hace más de 25 años rompe récords en donaciones y trasplantes con una media anual de más de 2000 donaciones.
Se integra dentro del sistema nacional de salud público y quien dona no sabe quién será el receptor ni quien recibe sabe de quién viene el órgano ni paga por ello.
En 2005 España colaboró en la constitución del Consejo Iberoamericano de Donación y Trasplante con la participación de los países de Latinoamérica y actualmente cada país dispone de su propia organización.
- Uruguay: Instituto Nacional de de Donación y Trasplante de Células, Tejidos y Órganos (INDT)
- Perú: Organización Nacional de Donación y Trasplantes (ONDT)
- Argentina: Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI)
- Chile: Coordinación Nacional de Procuramiento y Trasplante de Órganos y Tejidos del Ministerio de Salud
Para ser incluido en el registro de donantes de órganos de su país contacte con el organismo competente de donación y trasplantes correspondiente. Además, manifieste a sus familiares su deseo de donar los órganos porque en la mayoría de países se requiere que la familia ratifique su consentimiento.
Para dedicar un homenaje a todos los donantes y familias cada país celebra el Día Nacional del Donantes y Trasplantes, una jornada para recordar que las donaciones de órganos salvan cada año miles de vidas.
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