Latinobarómetro es un estudio de opinión pública que realiza anualmente alrededor de 19.000 entrevistas en 18 países de América Latina representando a unos 400 millones de habitantes. Suele indagar sobre el desarrollo de la democracia, el comportamiento de las economías y el devenir de las sociedades, con indicadores de opinión, actitudes y valores, datos que interesan a organizaciones internacionales, actores sociales y políticos, gobiernos y medios de comunicación.
Los hallazgos de Latinobarómetro-2017 acaban de ser dados a conocer. Fueron presentados en Buenos Aires por el director del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (Intal), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Gustavo Béliz, y la directora fundadora de Latinobarómetro, Marta Lagos, quien señaló que es claro en la región que “tenemos una democracia enferma”.
Las cifras permiten concluir que, paradójicamente, Venezuela el país que más apoya a la democracia en esta parte del continente, con un 78 %. A ella le siguen Uruguay (70 %), Ecuador (69%), Argentina (67 %) y Costa Rica (62 %).
Las naciones en las que sus ciudadanos menos apoyan a la democracia son Honduras (34%), El Salvador (35%) y Guatemala (36 %), aunque las caídas porcentuales más significativas entre un año y otro se presentaron en México (10%), Perú (8%), Honduras (7%), República Dominicana (6%) y Bolivia (5%).
Estos bajones porcentuales son una luz roja encendida que debe ser tomada en cuenta, pues este sondeo de opinión de la firma argentina refleja que, si bien la mayoría de los latinoamericanos creen que la democracia es el mejor sistema de gobierno, los ciudadanos desaprueban la gestión del grueso de los gobiernos de la región.
Si bien el 53% de los latinoamericanos cree que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno, ese nivel está ocho puntos por debajo de lo registrado en el 2010.
Al evaluar la gestión del gobierno de su país, en promedio, solo el 36 por ciento de los latinoamericanos la aprueban, aunque ese nivel es mayor en Nicaragua (67%), Ecuador (66%) y Bolivia (57%).
En el otro extremo están México (20%), El Salvador (17%) y Brasil (6%).
Mucha agua ha corrido bajo el puente desde que un informe de Latinobarómetro fechado el 2010 colocaba a Venezuela como el país “con mejor percepción de la justa distribución de la riqueza, en donde los ciudadanos muestran más interés por la política y donde el 60% de los ciudadanos venezolanos consideran que sus ideas políticas serán escuchadas por el poder, lo que ubica a este país como la cuarta nación con mejor apreciación al respecto”.
Hoy, transcurridos siete años sufriendo la indiferencia del poder, destruida la economía, depauperado el país y bloqueadas las relaciones entre la sociedad y el gobierno, lo que destaca en estas mediciones -en el caso de Venezuela- es el anhelo por la democracia perdida. Tal vez los ciudadanos revaloricen, lo que antes le, parecía imposible perder, los gobiernos se esfuercen en cumplir alejando la desaprobación que reflejan los valores en baja y los demás países puedan verse en el espejo doliente de una pobre Venezuela rica.