La hermana Noemí Quesada Paniagua, superiora general de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada de Colombia, y una entrevista exclusiva con Aleteia sobre la religiosa colombiana Gloria Cecilia, secuestrada por yihadistas hace casi ocho meses en Mali. A pesar de estar volcada a los trabajos preparatorios para la realización del próximo Capítulo General que tendrán en la comunidad, la hermana Noemí no dudó en compartir con Aleteia la situación actual de la hermana Gloria Cecilia Narváez, quien desde febrero de este año está secuestrada en África. Es que la hermana Noemí conocía muy bien a Gloria Cecilia y fue por ello que brindó una puesta a punto de la situación al día de hoy.
En cuanto a novedades recibidas sobre la situación de la hermana Gloria Cecilia, solo se tienen las declaraciones del director de la Policía Antisecuestro de Colombia, el general Fernando Murillo, realizadas hace unas semanas, además de una prueba de vida.
“Desafortunadamente solo hemos recibido el primer video de supervivencia de la hermana Gloria Cecilia. Estamos atentas a cualquier manifestación de los secuestradores, pero no se han hecho sentir más. Las declaraciones del general Murillo. Ustedes las conocen, el estado de salud es delicado en cuanto que está padeciendo de un riñón y una pierna, pero no logramos saber más”, señaló la hermana Noemí.
¿Cómo incidió la liberación del padre Tom?
La Hermana Noemí se refirió a la liberación del sacerdote salesiano Tom Uzhunnalil –secuestrado en Yemen durante 18 meses- como un hecho que les llenó de gratitud a Dios por verlo con vida y bien.
“Nos abrió una puerta más a la esperanza sabiendo que todavía hay compasión en el corazón humano. Solamente que el lugar y las circunstancias de él fueron distintas a las de nuestra hermana Gloria, sin embargo, estamos totalmente confiadas, pidiendo a Dios y a sus captores que la dejen libre, ella solo estaba ayudando con sus manos y su corazón a quienes lo necesitaban. Estaba haciendo lo mismo que haría cualquier persona al ver a sus semejantes en necesidad”, expresó.
El padre Tom Uzhunnalil cuenta cómo vivió los 18 meses de cautiverio @infoANS_ES https://t.co/Q06kK4fIYd pic.twitter.com/4tWYw016iO
— Aleteia (@AleteiaES) September 18, 2017
La madre de Gloria y su confianza en Dios
“Con la familia de la hermana nos comunicamos con mucha frecuencia, hay diálogo, juntos oramos y mantenemos la fe en Dios”, dice la superiora.
La comunidad está muy cercana a la familia. “Su madre es muy anciana y llora mucho por la ausencia de su hija, pero ella tiene gran confianza en Dios que no ha de morir sin volver a ver el rostro de su hija libre. Quién pudiera llegar hasta el desierto y abrazar a mi hija: decía tiernamente la mamá”, confió Noemí.
La misión en África y un trabajo de sol a sol
La hermana Gloria Cecilia llevaba 12 largos años de trabajar en África. Y durante ese tiempo la hermana Noemí tuvo la oportunidad de visitarla cuando trabajaba en la educación con los niños.
“Es una gran pedagoga, los amaba tiernamente – a los niños – y los acompañaba en su aprendizaje. Ella también perfeccionó la lengua con ellos”, señaló.
Luego en Karangasso (Malí) ella estuvo dedicada a trabajar con las mujeres, con los jóvenes, con los niños. “La vi trabajar de sol a sol; la acompañé en las visitas a enfermos, ciegos y ancianos. Los domingos los visitaba en sus casas llevándoles el consuelo y la alegría, iba con jovencitas que la acompañaban, cantaban gozaban y hasta los paralíticos intentaban ponerse en pie para bailar al ritmo de los cantos”, especificó.
“¿De dónde saca tanta energía esta monjita?”
Para las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada el testimonio de la hermana Gloria, de su entrega a la misión ha sido un verdadero aliciente. La superiora general al referirse a ella cuenta una anécdota que recuerda con cariño.
“Al llegar a casa, con el cansancio del día caluroso, 40, 42 grados o más, yo pensaba: ahora viene el descanso esperaba quitarme el polvo un baño y dormir. Ella en cambio, me invitaba: vamos a jugar con los niños, nos están esperando, así podía pasar una y otra jornada. Y yo me preguntaba: ‘¿de dónde saca tanta energía esta monjita?’ Pero claro, la cercanía con Dios se la daba. Madrugaba, oraba, e invitaba a la comunidad de hermanas a hacer lo mismo, las animaba en todo tiempo a mantenerse conectadas con Dios”, contó.
Y aunque mucho más se puede decir de la hermana Gloria Cecilia, nada de eso sirve para calmar el dolor que se siente por su ausencia. La hermana Noemí comparte “que ahora sentimos gran dolor por no poder saber de ella y tenerla en casa”. “Pedimos a quienes la tengan retenida que por compasión con esta madre anciana la liberen antes que ella muera de dolor”, enfatizó.
La hermana Gloria Cecilia Narváez Argoti nació el 25 de septiembre de 1961 en Buesaco, (Nariño). Es licenciada en Educación Primaria por la Universidad Mariana de Pasto, lleva 38 años en la Comunidad Franciscana de María Inmaculada y hace 12 viajó como misionera a África, centrando su labor con las poblaciones más pobres. Esta mujer incansable de 56 años siempre ha estado dedicada a encontrar la manera de ayudar a quien lo necesita.
Unámonos en oración por su pronta libertad y para que su familia y hermanas de comunidad encuentren consuelo y fortaleza en Dios.
#DiosTeQuiereLibreHnaGloria Unidos en oración por la liberación de hermana Gloria Cecilia Narváez secuestrada el 7 de feb al sur del Africa pic.twitter.com/rVaSJjIDx7
— Universidad Mariana (@UMarianaPasto) February 24, 2017