No siempre aprovecharlo todo es la mejor opción y nos puede costar muy cara. Aquí tienes la guía para saber cómo actuar en caso de dudaMuchas veces se piensa que solo es un malestar pasajero. “Esta comida me cayó pesada” o “en las vacaciones comí pésimo”, solemos decir. Sin embargo, muchas veces lo que puede estar ocurriendo silenciosamente es una toxiinfección alimentaria.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), miles de millones de personas presentan cada año uno o más episodios de Enfermedades Transmitidas por los Alimentos (ETAS), sin saber que ha sido a causa de algún alimento consumido.
La mayoría de las veces no nos damos cuenta de que el alimento está contaminado porque es difícilmente apreciable por los sentidos. Ni el sabor, ni el olfato son capaces de detectar la infección de los alimentos ya que los causantes son microscópicos.
Pueden ser microrganismos peligrosos como bacterias (Salmonella, Shigella, Campylobacter y E. coli), parásitos (Giardia, Trichinella) y virus (Hepatitis A, Norovirus) y/o causado por sustancias químicas toxicas como plaguicidas, productos de limpieza, metales, entre otros.
Síntomas
Los síntomas se manifiestan de 24 a 72 horas después de ingerir el alimento contaminado. Los más comunes son: dolores estomacales, diarreas y vómitos. Pero pueden variar según la causante de la ETA.
La gravedad también es variable, es mayor en la población más vulnerable como los lactantes, niños pequeños, embarazadas y lactantes, adultos mayores y enfermos.
Lo más importante es que todas las ETAS se pueden prevenir a través de una manipulación adecuada de los alimentos.
Los 5 tips para reconocer alimentos contaminados
- Aceptar o rechazar un alimento de acuerdo a la fecha de caducidad del envase. Si observamos que está fuera de fecha o se abrió varios días antes, descartarlo porque, aunque parezca estar en buen estado puede haber iniciado su deterioro natural.
- Puede suceder que nos fuimos de vacaciones y no desconectamos la heladera porque adentro dejamos alimentos. Debemos tener mucho cuidado porque no sabemos si en algún momento no hubo energía y esos alimentos perdieron refrigeración, por lo tanto, se pueden haber contaminado.
- Los huevos del refrigerador: observar al romperlo si las claras mantienen la yema centrada, que no sea acuosa, su color es normal y no tiene olor desagradable. Si no es así, tirarlo.
- Latas y conservas: descartar el alimento de la lata cuando se mantuvo abierta en el refrigerador varios días. Si no está abierta ver la fecha de caducidad, observar en el envase y descartar si: presenta abolladuras serias o herrumbres porque seguramente el deterioro haya llegado al interior de la lata; si está hinchada, porque puede haber actividad microbiana; si al abrirla huele; si tiene colores raros; si el líquido conservante presente burbujas o espuma.
- Carnes congeladas, como no sabemos si los días que no estuvimos se cortó la electricidad, debemos tomar ciertas precauciones. Mirar el envase si está seco. Si es así, habrá que esperar a descongelarlo para ver, oler y probar (el sabor no debe ser ácido o amargo). En el caso de que tenga líquido congelado anormal, significa que en algún momento se descongeló, posiblemente se alteró y debemos descartarlo.
5 tips de higiene para evitar la contaminación
- Lavado de manos frecuente, antes y durante la preparación de alimentos, así como luego de ir al baño. Ya que cualquier contacto con las bacterias patógenas a través de las manos, repasadores o utensilios de cocina puede contaminar los alimentos.
- Separar alimentos crudos de cocidos, para ello usar tablas y utensilios distintos o lavarlos bien antes del cambio de alimentos. Conservar los alimentos crudos en recipientes distintos al de los cocidos para evitar transferir microorganismos que pueden estar presentes en alguno de ellos.
- Cocinar completamente todos los alimentos. De esta manera se matan las bacterias peligrosas al alcanzar temperaturas superiores a los 70 grados Celsius.
- Mantener los alimentos a temperaturas seguras, deben ser inferiores a 4-5 grados y superiores a 60 grados. No dejar alimentos a temperatura ambiente por más de dos horas porque las bacterias se multiplican rápidamente a esas temperaturas.
- Usar agua y productos seguros. El agua debe ser siempre potable tanto para hielo, consumo o lavado. Seleccionar bien las frutas y vegetales y lavarlos cuidadosamente antes de su consumo.
No es muy difícil estar atentos y tener los cuidados pertinentes a la hora del consumo de alimentos. Menos todavía sabiendo que a veces solo es necesario hacer una adecuada selección, preparación y conservación de lo que vayamos a ingerir para prevenir la mayoría de las enfermedades transmitidas por los alimentos.