Pierce Brosnan podría ser el James Bond más conocido, ya que interpretó al famoso espía británico en cuatro películas, entre 1995 y 2002. Ya se había hecho famoso por su participación en la serie TV Remington Steele. Y también es conocido como alguien en Hollywood que no tiene miedo de proclamar su fe católica.
Su última profesión llegó el otro día en el Late Late Show de Irlanda, cuando le dijo al presentador Ryan Tubridy que su fe católica lo ha mantenido en “posición fuerte” durante varios momentos difíciles en su vida.
Brosnan celebra su cumpleaños el 16 de mayo.
El actor, también dedicado a numerosas causas solidarias, recordó haber crecido en el condado de Meath, donde asistió a escuelas católicas.
“Fui criado como un católico irlandés, lo que me ha mantenido en una buena posición durante las pruebas y tribulaciones de mi vida”, dijo, en la transmisión de RTÉ.
La clave para tener paz
Pierce Brosnan nació en 1953. Cuando tenía apenas un año, su padre abandonó a la familia, y cuando cumplió cuatro, su madre se fue a trabajar de enfermera a Londres, dejándole en Navan con unos parientes hasta los 12 años.
Educado en una escuela católica, afirma que nunca ha dejado de ir a misa ni de rezar.
El ex 007 está actualmente involucrado en una organización benéfica irlandesa, Pieta House, que ayuda a las personas que han intentado el suicidio.
Brosnan aconseja a quienes atraviesan pruebas emocionales que “se mantengan en contacto con amigos, se comuniquen con la gente y si tienen fe, tengan algunas oraciones en su corazón, tengan Dios en su corazón y confíen a Dios sus vidas”.
También habló sobre la clave para tener un matrimonio largo y feliz.
“Es un trabajo constante, apoyarse y amarse”, dijo. Él y su esposa, Keely, celebraron recientemente su 26 aniversario.
“Hemos sido bendecidos con una buena amistad en la vida, pero siempre solucionamos problemas, porque siempre habrá problemas, por lo que hay que saber cómo resolverlos y seguir adelante”, dijo.
Los comentarios de Brosnan se hacen eco de los comentarios que hizo en 2014, cuando se le preguntó qué lo ayudó a superar la muerte de su primera esposa, Cassandra Harris, en 1991 y su hija adoptiva, Charlotte, en 2013, ambas por cáncer de ovario.
“Diría que la fe, ser irlandés, ser católico, está arraigada en mi ADN”, dijo el actor.
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