Las monjas benedictinas de la abadía de San Walburga (Colorado) atienden al ganado que crían en su rancho. En 1935 las monjas adquirieron lo que habían sido declaradas tierras “no cultivables” por los monjes que la poseían y la convirtieron en una granja floreciente.
También establecieron el trabajo básico para una vibrante y alegre comunidad de monjas que viven vidas fieles de servicio a la Iglesia a través de la oración, la alabanza y la conversión.
Fotografía de Jim West para Alamy