El pasado miércoles salieron a subasta las 136 acuarelas que el entonces obispo de Trujillo (Perú) había encargado en el siglo XVIII. El Museo de Arte de Lima pujó por el Codex pero el Ministerio de Cultura española ejerció su derecho de tanteo y finalizó por quedarse con los textos. Consideran que forma parte del Patrimonio Español.
Desde Perú las autoridades, miembros de la cultura y la sociedad civil han pedido al gobierno español que revoque esta medida para que puedan disfrutar del Codex en el país andino.
¿Por qué tanto interés en un texto del siglo XVIII? ¿Qué significa para Perú?
El Códice Trujillo o Codez Martínez Compañón (nombre del obispo que lo encargó) es un libro de ilustraciones donde se muestra topográficamente el Virreinato del Perú. En esta obra aparecen planos de edificios eclesiásticos, estadísticas de la población e incluso ilustraciones sobre el vestido de la época.
La UNESCO la ha declarado patrimonio de la humanidad y en Perú se considera como la gran obra que muestra la identidad del Perú moderno.
El Códice tiene una historia unida a la Iglesia. Fue el obispo del lugar, Baltasar Martínez Compañón (1737, Villa de Cabredo, Navarra; 1797, Santafé) quien quiso que la obra se realizase. El objetivo era doble, por un lado la evangelización y por otro lado el conocimiento de los bienes de la Iglesia en Perú y poder así tener una buena gestión de los mismos.
En la obra y tras una extensa misión de recorrer la diócesis el códice fue implementándose con estudios pioneros y exhaustivos sobre la sociedad de la época: Aparece la botánica y fauna de la región, aparecen las prácticas medicinales y curativas, los cultivos, la sociedad de los indios en la diócesis e incluso las canciones populares.