El papa Francisco espera los resultados de la misión pastoral de su último enviado al santuario mariano para ayudar a los fieles y los peregrinos
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Los videntes aseguran ver a la Virgen María desde 1981, mientras el papa Francisco parece estar de acuerdo con las primeras siete apariciones tras evaluar el informe preparado por un grupo de altos prelados sobre Medjugorje.
Sin embargo, nutre muchas dudas sobre las actuales apariciones marianas a los seis chicos, ya adultos. Las dudas de la Congregación para la Doctrina de la Fe aumentan la complejidad del asunto, que debatió sobre el fenómeno en 2016.
La Iglesia elevada en la zona de Bosnia-Herzegovina en honor a la Virgen podría convertirse en santuario pontificio, según informó el portal Vatican Insider del diario italiano La Stampa: una solución a las polémicas entre franciscanos, custodios del lugar, y el obispo de Mostar, diócesis en la que se encuentra.
Durante el diálogo con los periodistas al volver de Fátima, santuario donde se cumplieron cien años de la aparición de la Virgen María, el Papa desveló los resultados de la comisión compuesta por los que llamó “buenos teólogos, obispos y cardenales”.
“La relación de la comisión es muy, muy buena”, aseguró Francisco, quien estima la espiritualidad y la oración que se vive en el lugar y ha llevado a varias conversiones. No obstante, es crítico respecto a los últimos acontecimientos: “Yo, personalmente, soy más malo, prefiero a la Virgen Madre que a la Virgen que se vuelve encargada de una oficina de telégrafos y envía un mensaje cada día”.
La comisión identificó una diferencia muy neta entre el inicio del fenómeno “considerado sobrenatural” (entre el 24 de junio y el 3 de julio de 1981) y lo que sucedió después de las primeras visiones.
El informe de la comisión –según indicó Andrea Tornielli- explica que los seis chicos videntes eran normales psíquicamente, que fueron sorprendidos por la aparición, y que no hubo ninguna influencia exterior en lo que dijeron haber visto.
Como sucedió en Fátima con los tres pastorcitos, los videntes de Medjugorje se negaron a contar lo que habían visto a pesar de que la policía los hubiera arrestado y amenazado de muerte. Igualmente, se anuló la hipótesis de que el fenómeno fuera demoníaco.
En fin, Francisco estimó positivamente el trabajo de la comisión presidida por Camillo Ruini (cardenal italiano) instituida por el papa Benedicto XVI en 2010 y que terminó en 2014.
La segunda parte del estudio de las apariciones tiene varios votos a favor sobre los frutos espirituales de Medjugorje. Y, en cambio, en contra en diversos puntos relacionados con los comportamiento de los videntes, sin llevar a cuestionarlos completamente, además aceptando que les faltó un adecuado acompañamiento espiritual.
Existe perplejidad sobre el tema de los secretos apocalípticos que los videntes dicen haber recibido de la aparición y aún no son revelados.
En este contexto, por motivaciones pastorales, la comisión se manifestó a favor de derogar la prohibición de los peregrinajes a Medjugorje.
Así, el informe Ruini considera que el santuario debería estar bajo la autoridad de la Santa Sede y sugiere convertir la parroquia en un santuario pontificio.
Como explica Tornielli, las mayores dudas las tiene la Congregación para la Doctrina de la Fe, incluso sobre la relación de la comisión Ruini, que se considera confiable, pero que debería- según el dicasterio presidido por el cardenal Müller -, ser comparada con otros documentos y pesquisas.
El papa Francisco recibió los resultados de la reunión (Feria IV) realizada en 2016, donde los jefes de diversos dicasterios del Vaticano y de los miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe expresaron sus posiciones respecto a Medjugorje.
De ahí que el Pontífice haya enviado al arzobispo polaco Henryk Hoser al santuario mariano a evaluar la situación y el acompañamiento pastoral, especialmente pensando en los fieles y peregrinos. Esto para obtener mayor información para realizar futuras iniciativas de acompañamiento pastoral.
La última palabra la tendrá el papa Francisco, que ahora espera los resultados de la labor encomendada a Hoser y que terminará en verano de 2017.