Una invitación a descubrir una tradición inspiradora
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El lugar de encuentro es el centro histórico de Quito, la capital de Ecuador, donde se pusieron en marcha cuatro muestras de pesebres (belenes) para vivir la Navidad.
Uno de esos espacios más destacados es el convento de San Francisco. Desde el pasado viernes 16 de diciembre y hasta el 8 de enero es posible apreciar una muestra de 100 pesebres entre los que se destacan algunas réplicas a escala de las iglesias de San Francisco, la Catedral, además de nacimientos con ambientes andaluces y construidos con cera de abeja, material muy difícil de obtener, indica El Comercio de Ecuador.
Pero también hay otra muestra de pesebres en el convento Carmen Alto, espacio que conserva algunas esculturas que forman parte del Patrimonio Cultural de Quito. Aquí es posible recorrer la muestra “El Chigualo o la Navidad Montuvia”, que tiene que ver con uno de los conglomerados humanos más representativos del país, el pueblo montuvio, un grupo social producto de la mezcla de españoles, afrodescendientes e indígenas.
Por otro lado, en el Centro Cultural Metropolitano será posible apreciar cuatro pesebres con materiales de reciclaje. Según la persona que lideró la muestra, Alberto Ávila, estas exposiciones, además de brindar un mensaje de religiosidad, pretenden también concienciar respecto a temas del medio ambiente.
Por último, en el monasterio del Carmen Bajo, las carmelitas se suman a estas exposiciones navideñas con una exhibición de su pesebre patrimonial, instancia que requiere una reserva previa y está dirigida a grupos reducidos.
De esta manera, Quito vive este momento del año a través de estas muestras que representan una excelente oportunidad para vivir la tradición en familia y sumergirse en el misterio de la Navidad.
Y esto gracias a la contemplación de diversos pesebres inspirados en el Ecuador, algo que se remonta a la época de san Francisco de Asís (siglo XIII) siendo también una buena oportunidad para cultivar el espíritu.