Un tiempo de regocijo donde los platos frescos se dan de la mano con los alimentos típicos de otras latitudes
Navidad en Uruguay es sinónimo de familia. Es uno de los momentos más esperados del año para concretar ese tan postergado reencuentro con los seres queridos de manera pausada y llena de alegría.
La Navidad en Uruguay se vive en verano, época del año en que los niños y jóvenes dejan a un lado las actividades lectivas y al igual que muchos adultos comienzan a disfrutar de las tan ansiadas vacaciones.
No obstante, a nivel culinario, si bien el calor es una gran invitación realizar la tradicional cena de Nochebuena al aire libre y con música de fondo (muchos deciden pasar este momento en lugares cercanos a las playas), aún se mantienen muchas costumbres provenientes de los inmigrantes españoles e italianos, principalmente.
En una típica cena navideña uruguaya no puede faltar la parrilla encendida con leños y repleta de diversas carnes (lechón, cordero y pollo preferentemente), además de chorizos, morcillas y chinchulines (intestino delgado del ganado vacuno).

Ensaladas de todos los colores y entrantes tradicionales como la lengua a la vinagreta, tampoco son la excepción y suelen acompañarse con bebidas espirituosas, además de refrescos.
A la hora del postre, el helado –si tiene algún toque de dulce de leche mejor- y los potes llenos de frutas cortaditas a pedacitos suelen ser los preferidos. Pero en las mesas uruguayas tampoco faltan esos otros alimentos típicos de otras latitudes como ser el pan dulce (panettone), los turrones, nueces, avellanas, entre otros.
La Nochebuena en Uruguay se vive de manera muy especial. Antes de que las agujas del reloj indiquen las 00.00 horas las familias se prepararan para brindar a la luz de los juegos de artificio que suelen iluminar los cielos del país.
Mientras tanto, los más pequeños comienzan a saborear el momento de abrir los regalos depositados junto al árbol navideño.
«Navidad con Jesús»
Pero Navidad desde hace algunos años en Uruguay también es sinónimo de Jesús. Aunque parezca una paradoja, en el país más laico de América Latina también hay mucha gente con un amplio sentido religioso que lentamente comienza a redescubrir al verdadero protagonista de la fecha.
Esto significa que ya no es solo cuestión de aquellos que dedican el momento previo a la cena de del 24 de diciembre a hacer un alto en el camino y acudir a la misa de Nochebuena para adorar al Niño Jesús u ofrecer una oración especial durante la velada.
Ni el propio presidente de la República, Tabaré Vázquez, estuvo ajeno en algún momento al verdadero significado de la fiesta, pues hasta en su propia casa se pudo apreciar hace algún tiempo -cuando su esposa María Auxiliadora estaba viva- la ya famosa balconera navideña (una imagen que recorrió el mundo), para sorpresa de muchos.
En 2019, el rostro de Jesús se ha renovado en Uruguay con la imagen de esta nueva balconera: