Una fotografía que se ha hecho viral. Mírala aquí
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
La esposa de un policía de la provincia de Córdoba, Argentina, sacó una fotografía de un grupo de uniformados con chalecos de bala, tomados de la mano en ronda, en clara actitud de oración antes de salir a patrullar las calles. La subió a su canal de Facebook con un sencillo mensaje apelando a la reflexión primero de sus amigos, pero luego a la opinión pública en general: “Entre tantas feas que hay… ¿se puede divulgar esto también?”.
La fotografía y el mensaje de Mica Ferreyra rápidamente se viralizaron y llegó a distintos portales de noticias de Córdoba y del país. Cansada de que la sospecha de corrupción caiga siempre sobre todos los policías, Mica aclaró que además de encomendarse a Dios, los policías son solidarios entre sí, dan consejo a los jóvenes que consumen drogas, comparte el alimento con otros que lo necesitan, entre otros valores sociales que van más allá de sus funciones.
Pero la espontaneidad de la fe vivida por los policías retratados por Mica, no es casual. La policía de Córdoba, como la policía argentina en general, cuenta con el apoyo, donde las vocaciones lo permiten, de capellanes. En 2011 en Córdoba se crearon seis capellanías, una para el acompañamiento de los uniformados en cada una de las diócesis ubicadas en esta provincia mediterránea. En esa ocasión, el encargado de coordinar la pastoral con la policía de la provincia padre Nicolás Daniel Julián explicaba que el pedido nacía de la policía misma, “con el fin de aportar desde la Iglesia a la formación y a la contención espiritual del personal”.
Desde la reorganización de las capellanías, como se recordó con la celebración del quinto aniversario en marzo de este año, se han destacado misiones solidarias, retiros espirituales, convivencias, peregrinaciones, preparaciones sacramentales, entre otras actividades. Además, en Córdoba, cada Día de la Policía se celebra con un solemne Tedeum al que asisten los uniformados con sus familias. Y los policías acuden piadosamente cada año en torno a la Novena de la Virgen del Rosario del Milagro, para agradecer y rezar ante su patrona.
Los policías que conmueven por su piedad en la fotografía viralizada son coterráneos del beato José Gabriel Cura Brochero, que será canonizado en octubre de este año. El mismo Brochero inspiraba actitudes que hoy inspiran a los policías de su provincia. En una ocasión, fue tras el bandido más temido. Llegó a su encuentro, se sentó junto a él a tomar mate, y le increpó para que deje la vida de bandido y se una a sus ejercicios espirituales. Tras recibir algunos insultos, Brochero le mostró el crucifijo y dijo al delincuente que era Él (por Cristo) el que lo estaba invitando, y que en todo caso era a Él a quien debía insultar. El bandido se convirtió.
En agosto de este año en Villa Cura Brochero se inauguró una nueva oficina de la capellanía policial, acto tras el cual se dirigieron a rezar ante las reliquias del próximo Santo. Los policías acompañan cada acto que se realiza en torno a la figura del Cura Gaucho, y con ejemplos como el de la fotografía viralizada por estos días, se confirma que buscan seguir las huellas del santo que transformó la espiritualidad de la provincia.