Atrás quedaron los ecos de los Juegos Olímpicos de Río 2016, pero la llama vuelve a encenderse en la “cidade maravilhosa” para dar inicio a los Juegos Paralímpicos.
Más de 4.000 atletas de 176 países competirán en diversas disciplinas durante 12 días en este evento deportivo especial repleto de historias de superación que merecen ser destacadas.
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Pero la Santa Sede también se hace presente en este evento, aunque de una manera especial. Durante el mes de mayo fue inaugurada, con la presencia del presidente italiano, Mateo Renzi, la Casa Italia con el fin de alojar a los atletas paralímpicos italianos. Lo curioso es que no se trata de una residencia de lujo, ni de un hotel, sino de la Parroquia Inmaculada Concepción de Río de Janeiro, donde además el propio Comité Olímpico Internacional (COI) colaborará con una serie de proyectos solidarios.
El proyecto cuenta con el respaldo de la Arquidiócesis de Río y, según indica un comunicado de la Santa Sede, la idea es que perdure en el tiempo. La iniciativa se presentó como un acuerdo entre el Comité Paralímpico Italiano y el Pontificio Consejo de la Cultura.
El padre Leandro Lenin Silva Tavares, de la arquidiócesis de Rio de Janeiro, destacó: “Se considera este contexto de fiesta un momento oportuno para la evangelización, para la proclamación de los valores cristianos y de los valores olímpicos y del desarrollo humano”.
La Casa Italia es la encargada de coordinar las funciones religiosas durante el evento. Estará en contacto con los capellanes voluntarios, además de representantes del judaísmo, del islam, del hinduismo, del budismo y de los cristianos no católicos.
“La Casa Italia Paralímpica, como parte de la actividad de los Juegos Paralímpicos de Rio 2016, nos muestra historias ricas de valores como la capacidad de recuperación, la perseverancia y la esperanza ante las dificultades”, agregó Tavares.
En tanto, el clérigo español Melchor Sánchez de Toca y Alameda, subsecretario del Pontificio Consejo de la Cultura, quien encabezó la comitiva oficial del Vaticano que estuvo presente en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río, había expresado lo siguiente en diálogo conVatican Insider:
“El deporte paralímpico es una prueba de cómo el deporte puede ayudar a las personas a superar sus limitaciones impuestas por accidentes, enfermedades. Son historias de valor, superación, esfuerzo. La parroquia se beneficiará mucho de la presencia de atletas paralímpicos y viceversa, los atletas se beneficiarán la vitalidad de la fe de una iglesia carioca”.
Hoy celebramos a...