La indulgencia es una remisión de la pena temporal infligida por los pecados cometidos que ya han sido perdonados. Dentro de esta pena temporal están incluidas también la eliminación de todo residuo de culpa y la huella negativa que los pecados dejan en el alma.
La remisión o eliminación, en todo (indulgencia plenaria) o en parte (indulgencia parcial) de la pena temporal se alcanza cuando la Iglesia aplica a dicha alma las satisfacciones de Jesucristo y de los santos (Catecismo, 1471), las cuales constituyen su tesoro.
La indulgencia plenaria libera a las almas del purgatorio
La Iglesia, gracias al "poder de las llaves" dado por Jesús a san Pedro -"Lo que ates en la tierra yo lo ato en el cielo" (Mt. 16, 19)-, tiene potestad para declarar la liberación de las almas del purgatorio; y por tanto, nos da la facultad de aplicarles este inmenso tesoro de misericordia.
Este vínculo entre nosotros y las almas del purgatorio se basa en la comunión de los santos, verdad que profesamos en el credo.
"Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias" (Canon 994).
Condiciones para ganar la indulgencia plenaria
1. Estar bautizado, no excomulgado.
2. Tener la intención de ganarla.
3. Estar en estado de gracia (confesión).
4. Comunión eucarística.
5. Cumplir la obra estipulada para ganar la indulgencia.
6. Rezar según las intenciones del Papa. Bastará un Padrenuestro, un credo, un Ave María y un Gloria.
7. Una obra de caridad o de penitencia.
8. El fiel podrá añadir cualquier otra oración, según su piedad y devoción.
10 aclaraciones sobre las indulgencias que pueden interesarte:
1. Se puede ganar una indulgencia por día cumpliendo los requisitos. Cada día se puede ganar una sola indulgencia plenaria por un alma del purgatorio.
2. La indulgencia plenaria suprime el purgatorio. Si la gana un moribundo no pasa por el purgatorio.
3. Si la indulgencia es plenaria basta con aplicarla por el alma una sola vez. Si la indulgencia es parcial se debe aplicar varias veces.
4. Si la indulgencia plenaria se aplica para sí mismo, esta remite la pena temporal de los pecados perdonados hasta el día en que se aplica.
5. Las condiciones para ganar la indulgencia conviene cumplirlas el mismo día.
6. El ofrecimiento de la indulgencia plenaria puede ser previo o posterior a la misma.
7. Con una sola confesión se pueden ganar varias indulgencias plenarias en diversos días, siempre y cuando la persona se mantenga en gracia de Dios.
8. La persona elige el alma para quien pretende conseguir y aplicar la indulgencia.
9. En el caso que no se quiera aplicar por alguien en concreto se puede ofrecer por el alma que más necesitada.
10. La Iglesia ha conferido también la indulgencia plenaria para fechas señaladas, para diversas oraciones o pías practicas