América Latina le da un duro golpe al narcotráficoLa policía colombiana detuvo en Medellín a Gerson Aldair Gálvez Calle, alias “Caracol”, uno de los principales narcotraficantes de Perú, considerado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito como el nuevo “Chapo Guzmán” de Latinoamérica.
El anuncio fue hecho por el Ministerio de Defensa de Colombia. “Felicito a nuestra Policía Nacional por esta importante captura. El ministro del Interior de Perú, Pérez Guadalupe, se puso en contacto conmigo para agradecer por el trabajo de nuestra Policía en la detención de este delincuente”, expresó Luis Carlos Villegas, ministro de Defensa.
La captura de este delincuente generó amplia repercusión internacional debido a su “alta peligrosidad, violencia y agresividad”, tal cual detallaba el Ministerio del Interior de Perú al describirlo.
La caída
Era el jefe de la banda “Barrio King”, ubicada en el Callao, el principal puerto de Perú. Sobre este grupo, vinculado al sicariato, extorsión y narcotráfico, recaen varias acusaciones, entre ellas la de 101 muertes violentas ocurridas en un año tanto en Lima como en Callao.
Sin embargo, tras varios meses de investigación y con la captura de “Caracol”, esta banda fue desmantelada en las últimas horas.
En cuanto a Caracol y su modus operandi delictivo, en base a la investigación de la policía peruana, tenía bajo control los cargamentos de cocaína al extranjero desde el puerto de Callao.
La policía colombiana indica que también quería llevar la cocaína a ese país. En ese sentido, se manejaban dos posibles motivos.
El primero está vinculado al contacto con integrantes del cartel ahora extinto “Oficina de Envigado” para aumentar su radio de acción.
El otro tiene que ver con cuestiones sentimentales ya que su novia, de origen venezolano, vive en Medellín hace un tiempo, puntualizó BBC Mundo.
La odisea de Caracol finalizó el pasado sábado mientras recorría un centro comercial en Colombia.
La orden de captura internacional de “Caracol” había sido lanzada en diciembre de 2015. Hace pocos días, se pudo dar con él. Luego de ser capturado en Colombia, “Caracol” fue trasladado a Lima, Perú. Actualmente está en el penal Ancón I, conocido como Piedras Gordas.
La captura de “Caracol” significa un nuevo golpe al narcotráfico, tema que despierta gran sensibilidad en Latinoamérica debido a las secuelas negativas que sigue dejando.
Los propios obispos latinoamericanos, nucleados en el Consejo Episcopal Latinoamericano, han expresado en múltiples ocasiones preocupación sobre el tema. P
or ejemplo, en el Plan Global 2015-2019, el inciso 25 establece lo siguiente:
“Uno de los principales generadores de la violencia se encuentra en el narcotráfico, el consumo de droga y la venta y porte ilegal de armas o lo que llama Aparecida la ‘influencia del narconegocio’ que dificulta aún más encontrar posibles soluciones. Así, el aumento significativo de los niveles de violencia relacionados con el narcotráfico es preocupante y, en general, el fortalecimiento y expansión del crimen organizado”.
Hasta el propio papa Francisco se encargó de denunciar varias veces este mal para la sociedad. Sin ir más lejos, en su última visita a México en febrero de este año, además de hablar de ambientes dominados por la violencia, la corrupción y el tráfico de drogas, lanzó un arduo llamado a evitar cualquier tipo de resignación.
“Frente a esta realidad nos puede ganar una de las armas preferidas del demonio, la resignación. Una resignación que nos paraliza y nos impide no sólo caminar, sino también hacer camino”, expresó en una de sus múltiples intervenciones.
“Caracol” era uno de los delincuentes más buscados de la región y no en vano se ganó el título del nuevo “Chapo Guzmán” de Latinoamérica.
“Es un certero golpe contra el crimen transnacional. Ninguna nación del hemisferio será refugio de narcotraficantes”, concluyó el director de la Policía Nacional de Colombia, el general Jorge Hernando Nieto Rojas, luego de la captura de este delincuente.