El Nueva York de los años setenta, una ciudad frenética y en plena ebullición creativa, es el escenario de Vinyl, una serie sobre la industria musical de aquellos años donde no faltan los tópicos de sexo, drogas y rock and roll e incluso asoma la mano de la mafia. Y esto no es de extrañar si tenemos en cuenta que tras este proyecto se encuentran Martin Scorsese, Terence Winter, que trabajó con el director italoamericano en Los Soprano y Boardwalk Empire, George Mastras guionista de Breaking Bad, y el cantante de los Rolling Stones, Mick Jagger.
La serie es cien por cien Scorsese, quien se pone tras la cámara en el episodio piloto, de cerca de dos horas de duración. Vinyl narra la historia de Richie Finestra, interpretado por Bobby Cannavale (Boardwalk Empire) ejecutivo de una discográfica venida a menos que intenta reflotar, al igual que su vida personal marcada por las adicciones y la falta de moral. Finestra nos muestra los entresijos de la industria musical, donde las drogas, el sexo y el uso de prácticas mafiosas estaban a la orden del día y todo en el epicentro de las vanguardias artísticas, Nueva York de los setenta, que vive el inicio del punk o el hip hop.
Lo mejor de la serie es sin duda su banda sonora y un brillante Cannavale que interpreta a un personaje atormentado, que un día intentó actuar de forma correcta pero que el poder y el dinero acabaron comprando su alma. Ahora lucha por recuperar su vida y su capacidad para encontrar talento musical donde nadie más lo encuentra.
Junto a Cannavale, Olivia Wilde (House), interpreta a su mujer, una ex modelo que abandona el barco cuando las cosas comienzan a ir mal, Juno Temple (Maléfica) se pone en la piel de Jamie Vine, una entusiasta trabajadora de la discográfica con ansias de triunfar, y el hijo de Mick Jagger, James Jagger que interpreta al vocalista de una banda de punk.
La primera temporada de la serie de la cadena norteamericana HBO consta de diez capítulos y ya se ha confirmado una segunda, para alivio de sus seguidores. Vinyl gustará a quienes disfruten de la música de los setenta, de los excesos de aquella época y del inconfundible sello de Scorsese. A los que pretendan ver una sencilla historia sobre la industria musical sin más, no la van a encontrar. La serie promete y mucho, y esperemos que continúe con la línea marcada en el episodio piloto. Por ahora las críticas han sido buenas, y eso ya es algo.