Desde hace poco más de 25 años, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) celebra, al inicio de cada año, una Semana Nacional del Migrante con el objeto de darle a los fieles católicos “una oportunidad para hacer un balance de la gran diversidad de pueblos que hay en la Iglesia y los ministerios que les presetan servicio.”
Migraciones en tiempos difíciles
La Semana Nacional de Migración 2016 se llevará a cabo del 3 al 9 de enero de 2016 con el tema –controvertido, sobre todo por la ola anti inmigrante que se ha producido en la Unión Americana, tras los sucesos de París y de Beirut, así como las operaciones terroristas abortadas en Bélgica, entre otros países— “Fui forastero y me acogiste” del Evangelio de san Mateo (Mt. 25,35).
Los obispos estadunidenses quieren que los fieles, y la Iglesia católica en su conjunto, tomen conciencia de las dificultades que enfrentan los migrantes , incluidos los niños, los refugiados y los que son víctima de la trata de personas. La llamada a acoger al forastero “juega un papel importante en la vida de los fieles cristianos y tiene un lugar particularmente central en el Año de la Misericordia”, dice el comunicado de la USCCB.
Por su parte, monseñor Eusebio Elizondo, obispo auxiliar de Seattle y presidente del Comité de Migración de la USCCB, recordó que la propia Sagrada Familia fue refugiada (en Egipto). “Del mismo modo, los refugiados de todo el mundo, los cuales son extremadamente vulnerables, están huyendo por sus vidas”, dijo el prelado de origen mexicano.
Deber de los católicos
Más adelante, monseñor Elizondo, quien se ha distinguido por su labor a favor de la integración de las familias de los migrantes, en contra de la política de deportaciones que ha seguido la administración de Barack Obama, afirmó que “como católicos, estamos llamados a acoger y apoyar a estas familias que también necesitan nuestra ayuda.”
La Semana buscará donaciones para que en las parroquias se enseñe a los fieles, especialmente a los sajones, la doctrina social de la Iglesia católica sobre el tema de las migraciones, e integrar esta doctrina a la vida de las propias parroquias a lo largo de la nación con mayor número de migrantes del mundo.
Cada diócesis tiene su programa para motivar a los fieles a orar por los migrantes y sus familias así como para colaborar para tratar de aliviar sus dolores y proteger sus derechos, a menudo vulnerados en sus países de origen.
Hoy celebramos a...