Fiel a su costumbre, y con la claridad que le ha caracterizado, el arzobispo de San Juan de Puerto Rico, monseñor Roberto González Nieves, exigió a las autoridades del gobierno de su país y a los acreedores de la deuda de Puerto Rico, “negociar una solución razonable” para la deuda que agobia a la isla, en un discurso ante la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo en Nueva York.
Puerto Rico es un Estado Libre Asociado a Estados Unidos y ha tenido que enfrentar la bancarrota de sus finanzas públicas, con una deuda externa absolutamente impagable y que ha sumido en la pobreza a miles de habitantes de la isla caribeña, mientras que ha fomentado la migración masiva a los propios Estados Unidos de familias que buscan ya no una oportunidad de mejorar, sino apenas de sobrevivir.
“No vengo a esta mesa de diálogo como un experto, o como un acreedor, vengo con una profunda preocupación por mi pueblo que está sufriendo”, subrayó el arzobispo de San Juan de Puerto Rico. Y agregó: “La deuda es impagable, y no importa lo que el gobierno de Puerto Rico o algunos acreedores podría decir, hay una verdadera crisis humanitaria”.
El acto organizado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo, versó sobre el impacto de los llamados “fondos buitre”: en los que los especuladores compran la deuda de un gobierno a buen precio, y luego piden al reembolso completo. Monseñor González Nieves dijo que “los mismos bonistas que se han aprovechado de otros países están ahora detrás de Puerto Rico para depredarlo”.
Epidemia de pobreza
Sobre la “crisis humanitaria” que enfrenta Puerto Rico, el prelado puso como prueba “los altos impuestos, los recortes en servicios de salud, los cierres de escuelas y la huida sin precedentes de las familias puertorriqueñas a los Estados Unidos”, agregó. En cuanto a la pobreza en Puerto Rico, el arzobispo expresó: “En el área metropolitana de San Juan la pobreza se esconde detrás de imponentes edificios de oficinas, hoteles y condominios. En las zonas rurales es más visible. En la mayoría de las situaciones es una pobreza que se sufre en forma camuflada porque la gente lo necesita para proteger su dignidad”.
Sobre la solución de esta crisis, monseñor González Nieves manifestó que lo primero es resolver el asunto de la deuda y, por ello, instó al Congreso de Estados Unidos a actuar y a la Reserva Federal de ese país y al Tesoro a intervenir de inmediato.
Finalmente, el arzobispo de San Juan hizo un llamado “directo a estos fondos rapaces. Les pido que dejen de presionar al Congreso y que se unan a otros acreedores de buena voluntad y sentarse a la mesa y negociar una solución global con el gobierno de Puerto Rico (…) que se ocupen de la crisis humanitaria y nos ayuden en la solución de la epidemia de la pobreza en la isla”.