Seguramente con tu francés de instituto puedas apañártelas para entender este artículo de BuzzFeed pero, en cualquier caso, las fotos son realmente las que cuentan la historia.
El fotógrafo sueco Magnus Wennman visitó campos de refugiados por todo Oriente Medio y acompañó a refugiados en su viaje hacia Europa, mientras huían del conflicto en Siria, Irak y otros países. Aproximadamente la mitad de los más de cuatro millones de refugiados sirios que han sido desplazados desde 2011 son niños. Así que Wennman decidió elaborar un proyecto fotográfico, Where the Children Sleep (Donde duermen los niños). En el proyecto, muestra a los niños en campamentos, parques, zonas boscosas, hospitales y en las calles. Algunos parecen asustados, otros tranquilos. Algunos lloran, otro están profundamente dormidos.
Además, narra sus historias en breves párrafos. Está Walaa, por ejemplo, una niña siria de cinco años que ahora se encuentra en un campo de refugiados en Dar-El-Ias, en Líbano. La pequeña rubia de ojos verdes, preciosa, tiene miedo de recostar su cabeza sobre la almohada al llegar la noche porque, según explica, es de noche cuando tenían lugar los ataques cuando estaba en Alepo.
Aquí hay niños y niñas que han perdido a sus padres durante los cuatro años de guerra civil siria, que han visto morir a sus propios hermanos; son niños cuyos hogares han sido objetivo de misiles, que han cruzado el mar en embarcaciones repletas de personas, son familias que llevan un año sin hogar.
Uno de los críos sueña con ser arquitecto. Muchos otros tienen pesadillas. La mayoría, simplemente, sueña con volver a su hogar y dormir en sus propias camas.
Mira el reportaje, aquí. Es impactante