Tal como se anuncia en los debates previos a las nominaciones del candidato o candidata a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano y el Partido Demócrata, la cuestión migratoria será parte fundamental tanto del debate camino a la Casa Blanca como en la decisión del votante para su próximo inquilino.
Por lo pronto, los cinco candidatos demócratas a la Casa Blanca, quienes celebraron este martes 13 de octubre su primer debate en la ciudad de Las Vegas, Nevada, ocuparon buena parte del mismo en referir cuáles serían sus acciones frente al tema migratorio, en caso de ser elegidos como sucesores de Barack Obama, quien cumple su segundo y último mandato presidencial.
Todos hablaron de llevar a cabo una reforma integral y reconocieron que el sistema migratorio estadounidense ha sido rebasado por las circunstancias y necesita ser transformado en uno mucho más humanitario pero que, al mismo tiempo, salvaguarde la integridad de las fronteras del país del norte.
Prometer no empobrece
La ex primera dama y ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien puede ser considerada hoy por hoy como la más importante de las candidaturas demócratas, dijo que de llegar a la presidencia en 2016, “haré mucho más a favor de los indocumentados que el actual Mandatario, Barack Obama… Cuando yo sea presidente, iré más allá que incluso las órdenes ejecutivas que el presidente Obama ha firmado. Creo que es importante resaltar que en este primer debate, todos nosotros mantenemos posiciones diametralmente opuestas a las de los candidatos republicanos que se han empeñado en demonizar a la comunidad inmigrante”.
Por su parte, Martin O’Malley afirmó: “Necesitamos entender que nuestro país está hecho de la llegada de nuevos americanos, somos una nación de inmigrantes”.
Dijo, además, que ampliaría el alcance de las acciones ejecutivas del presidente, Barack Obama, que benefician a 5 de los 11 millones de indocumentados que viven en el país, para que los inmigrantes puedan trabajar y vivir en el país sin miedo a la deportación.
Otro fuerte candidato demócrata, el senador por Vermont Bernie Sanders, justificó su rechazo a la iniciativa de reforma migratoria que fracasó en 2007 debido a las “condiciones terribles de semiesclavitud” que, afirmó, contemplaba este proyecto de ley para el programa de trabajadores huéspedes.
Hillary Clinton hizo valer su experiencia, dominó la escena y refrendó su condición de favorita en el primer debate entre aspirantes demócratas a las elecciones presidenciales de 2016, un evento en el que Bernie Sanders y Martin O’Malley también hicieron lo suyo y convencieron a la audiencia con intervenciones destacadas.
Junto a Clinton, Sanders y el ex gobernador de Maryland Martin O’Malley, participaron -en el debate organizado por CNN y transmitido por Facebook- el ex gobernador de Rhode Island, Lincoln Chafee y el ex senador de Virginia, Jim Webb.