Miembros de la comunidad aborigen Qom reclaman en Buenos Aires por el trato recibido del Estado. Denuncian que no se les consulta sobre las obras realizadas en sus tierras
Lejos de su tierra, pero preocupados por ella, integrantes de la comunidad Qom acampan en la Avenida 9 de Julio, en Buenos Aires. El reclamo recuerda los cuatro meses de acampe en 2011, cuando representantes de esta comunidad aborigen primero alzaron la voz reclamando por la pérdida de mil hectáreas. En aquella ocasión, el entonces cardenal Jorge Bergoglio se reunió en tres ocasiones con el grupo, y conoció al cacique que hoy vuelve a encabezar la protesta, Félix Díaz.
Los Qom reclaman que los gobiernos de la provincia de Formosa y de la nación los involucren en las decisiones que ese están tomando sobre las obras en territorios de la comunidad La Primavera, de esta etnia.
El Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa) visitó el campamento en la 9 de Julio. Monseñor Ángel José Macín, obispo de Reconquista y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Argentina, estuvo presente junto con María José Ramírez, coordinadora nacional de ENDEPA.
Desde Endepa exigen el “cese inmediato de las persecuciones y despojos territoriales contra los Qom y demás comunidades de los pueblos originarios en todo el territorio nacional”.
Además, piden “el urgente cumplimiento de la Ley 26.160 que declara la emergencia de la posesión y propiedad comunitaria, y dispone la realización del relevamiento de todos los territorios tradicionales que ocupan las comunidades indígenas”.
Endepa también pidió por “el esclarecimiento, juicio y castigo a los responsables materiales e ideológicos de las muertes y ataques a dirigentes y miembros de comunidades indígenas”, en especial el asesinato de Roberto López, ocurrido en 2010 durante una represión a una manifestación en la comunidad La Primavera.
“Fuimos a expresar nuestra solidaridad y nuestro apoyo. Nos llevamos la fuerza, la dignidad y valentía de Félix Díaz y las personas que lo están acompañando en esta lucha”, concluyen.
Félix Díaz dijo el pasado lunes: “Hasta ahora no tenemos ni una señal, ni mínima, no se acercó ni un funcionario, vamos a permanecer como los años anteriores. Lo que queremos es que se resuelva y que no se siga usando el nombre indígena en nombre de un partido político".
Los pueblos aborígenes en la Argentina, según el censo de 2010 alcanzan el 2,38% de la población. En Formosa, son el 6,1%. Se estima que hay 15.000 Qom en el noreste argentino.
La grave situación que atraviesan varios de ellos quedó de manifiesto recientemente, con el caso de desnutrición de un niño de 8 años, Néstor Femenía.
En esa ocasión, Díaz declaró: “Es un hecho muy triste, pero para nosotros esta situación no es nueva; sí lo es para la sociedad y los argentinos, que muchas veces dicen que esto no puede pasar. Pero sí pasa y nos pasa a los pueblos indígenas, porque no hay una voluntad política por parte de los gobiernos nacional y provincial de acercar a los pueblos indígenas todos los programas y proyectos que están destinados a solucionar estos temas”.
En esta ocasión, explicando el acampe, la comunidad La Primavera escribió en su blog: "Seguimos reclamando información sobre las obras y las gestiones que pretenden realizar en nuestro territorio. Sabemos que tenemos el derecho a que no sólo nos informen si no que nos consulten".
"Rechazamos todo tipo de violencia y proponemos, como siempre el diálogo -añadieron-. Nosotros estamos tomando medidas de fuerza en la ruta 86 hasta que nos den la información solicitada. Y nuestro garashe reclama lo mismo en la zona del acampe de Buenos Aires. Lastimosamente no se ha avanzado nada en estos 5 años".
En 2010 el gobierno de Formosa encargó a un instituto de investigación universitario un trabajo sobre 600 hectáreas que pertenecían a la comunidad, que, en ese año, se encontró con la imposibilidad de cazar en esa zona.
Inicialmente, la comunidad cortó la ruta 86. Tras disturbios que derivaron en la muerte de López y un policía, el conflicto tomó alcance nacional. En dos ocasiones medió la Corte Suprema de la Nación, que instó al diálogo. Pero la situación parece no haberse solucionado, y los Qom siguen manifestando una sensación de abandono.