Las históricas conversaciones para normalizar las relaciones diplomáticas, comerciales y culturales entre Estados Unidos y Cuba, han iniciado con el tema de temas: la cuestión migratoria. Rotas desde hace más de cinco décadas, han dejado miles de muertos en el trance de encontrar salida hacia la Florida y una situación de pobreza y tensión que ha pegado en todo el continente americano.
Como fue noticia internacional, el Papa Francisco actuó como intermediario para que este acercamiento –que se pretendía imposible—se llevara a cabo, con los anuncios en Washington y en La Habana de los presidentes Barck Obama y Raúl Castro, respectivamente. Muchos han sido los comentarios sobre la imposibilidad de que el acercamiento se de de forma inmediata, y de que hay intereses meramente capitalistas detrás de la acción estadounidense y de supervivencia, detrás de la acción cubana.
Sin embargo, el día de ayer, en el Palacio de Convenciones de La Habana con la directora general para Estados Unidos, Josefina Vidal, como cabeza de la delegación cubana, y el subsecretario adjunto de Estado para el Hemisferio Occidental, Edward Alex Lee, como portavoz estadounidense, las conversaciones migratorias fluyeron “pese a las diferencias” de visión de ambas delegaciones.
"Se evaluaron diversos aspectos de las relaciones migratorias, incluyendo el cumplimiento de los acuerdos vigentes, la emisión de visas para emigrantes y visitas temporales, y los resultados de las acciones para enfrentar la emigración ilegal y el fraude de documentos", informó el Ministerio de Exteriores de Cuba.
Por su parte, el portavoz cubano, Gustavo Machín, afirmó que "ha sido una mañana provechosa". "Hemos estado intercambiando sobre el tema migratorio de una forma respetuosa y con un espíritu constructivo. Las delegaciones han hablado con fluidez, a pesar de que tienen algunas diferencias", destacó Machín.
En el mismo tono se expresó Lee. "La naturaleza productiva de la discusión de hoy prueba que, pese a las claras diferencias que persisten, Estados Unidos y Cuba pueden encontrar oportunidades para avanzar en nuestros intereses comunes", dijo.
Por su parte, el gobierno de Raúl Castro reiteró su "preocupación" por la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano y la política de ‘pies secos-pies mojados’ "porque, además de atentar contra la letra y el espíritu de los acuerdos migratorios, continúan siendo el estímulo principal a la emigración ilegal hacia Estados Unidos".
Entre tanto, Lee aclaró que ambas medidas seguirán vigentes. "Hemos explicado al gobierno cubano que el estadounidense está completamente comprometido con el respeto a la Ley de Ajuste Cubano y que se mantendrá la política de ‘pies secos-pies mojados’", subrayó, según informa la agencia Martí Noticias.
La política de “pies secos, pies mojados” se aplica a migrantes cubanos y supone que los que pisan tierra estadounidense pueden quedarse legalmente en este país, mientras que se les prohíbe la entrada a los que son detenidos por la Guardia Costera estadounidense en el mar.
Hoy celebramos a...