Buena parte de la niñez en América Central y El Caribe se vive trabajando en el propio país, o en Estados Unidos
El desempleo, el subempleo, la informalidad, la violencia, el exilio, la falta de educación, la inequidad en la distribución de los recursos, la migración o el pandillerismo, el narcotráfico y la extorsión, así como la corrupción gubernamental han hecho que países de Centro América y El Caribe en lugar de tener a sus niños aprendiendo en las aulas, los tengan trabajando en jornadas extenuantes y en empleos peligrosos, o buscándose la vida en Estados Unidos.
Los niños ocultos del tabaco
Miles de niños, en su mayoría hijos de inmigrantes latinoamericanos, trabajan hasta 50 y 60 horas semanales en las plantaciones de tabaco de EE.UU., expuestos a la nicotina y los plaguicidas, denunció recientemente el grupo Human Rights Watch (HRW).
En su informe titulado "Los niños ocultos del tabaco", la organización humanitaria, documenta las condiciones en las que trabajan estos menores de edad en plantaciones de Carolina del Norte, Kentucky, Tennessee y Virginia, donde se cultiva el 90 por ciento del tabaco en Estados Unidos.
A la mayoría de los niños se les paga el salario mínimo nacional de 7. 50 dólares la hora, que en una semana puede representar entre 375 y 400 dólares, aunque en algunas plantaciones se les hace descuentos por diversos motivos. Desde luego, comparado a los salarios de los adultos en los países de Centroamérica, lo que ganan en Estados Unidos estos niños no tiene comparación, pero hay dos cuestiones fundamentales: los niños tienes que estar en las aulas, educándose, y en estas plantaciones están expuestos a enfermedades que pueden ser muy graves.
Según HRW, los menores han reportado vómitos, náuseas, dolores de cabeza y mareos mientras trabajan en las plantaciones, síntomas vinculados con la intoxicación aguda por nicotina, según el informe de la organización. El informe señala que los niños que trabajan en las plantaciones también sufren heridas con el uso de herramientas cortantes o maquinaria pesada.
Limpiabotas, limpiacristales
En un reciente reporte de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), la República Dominicana ha visto crecer en cerca de 12 por ciento, la población infantil –entre 5 y 17 años de edad—que se emplea en los trabajos más inseguros, peligrosos e informales.
Sujetos a jornadas extenuantes, a menudo víctimas de mafias de “enganchadores” de niños que los explotan y los exhiben en público, el 12 por ciento de la población entre 5 y 17 años realiza algún oficio, siendo los de limpiavidrios y limpiabotas dos de los más comunes
La OIT ha dicho que el incremento de trabajo infantil en República Dominicana “se debe a la pobreza y la falta de educación de las familias dominicanas”. Cerca de 304 mil niños que trabajan no asisten a la escuela, no tienen asistencia sanitaria, no tienen tiempo para jugar y llevar una vida de “niños”.
A través de campañas de sensibilización, el Ministerio de Trabajo de la República Dominicana tiene como objetivo alertar a la opinión pública para erradicar en breve la forma más grave de explotación infantil.
En este país caribeño el artículo 245 del Código del Trabajo prohíbe el empleo de niños menores de 14 años y su explotación en la venta ambulante sin la aprobación previa del Departamento de Trabajo.