Gil Tamayo, secretario general, recuerda que la Iglesia se opone tanto a las cuchillas de Melilla como al aborto
El secretario general y portavoz de la CEE compareció en rueda de Prensa para informar de lo tratado en la CII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española. Ante preguntas de los periodistas habló de los cristales y cuchillas de la valla de Melilla; del aborto, del libro “Cásate y se sumisa”, de la nueva ley de educación y de la transparencia económica en la Iglesia.
El inmigrante no es un peligro
Gil Tamayo se mostró contrario a los cristales de la verja de Melilla y sin entrar en los detalles concretos de esta situación, abordó los principios de la Doctrina Social de la Iglesia: "Ésa no es la manera. No se puede atentar a la vida de unas personas desvalidas que buscan mejoras en su vida", explicó el nuevo secretario general de la CEE, añadiendo que "habrá que regular, pero siempre desde el respeto básico y esencial a la vida. El inmigrante no es un peligro, es alguien con una riqueza que aporta a la construcción social del país".
En su respuesta se refirió a la tragedia de los inmigrantes, pero también habló de los jóvenes que han tenido que salir. Desde su punto de vista: “No podemos estar en las claves de una cultura del descarte” y recordó que él mismo fue hijo de un emigrante en Alemania.
El aborto no es un derecho
De la misma manera se mostró contrario al derecho al aborto: “El aborto no es un derecho” y mostró que “todo lo que atente a la vida humana tiene nuestra oposición radical. Éste es el principio básico”. No obstante pidió “desclericalizar las cosas” y manifestó que deben ser los cristianos y no la Iglesia los que abanderen las manifestaciones públicas.
Para el nuevo secretario general, “la cuestión del aborto no es una cuestión religiosa ni política. La Iglesia tiene una opción por la vida, pero desde la opción por la persona humana" y explicó que “el aborto es un problema grave, especialmente para quien lo sufre, doloroso, trágico, con situaciones comprensibles pero que en ninguna manera justifican la eliminación de una vida humana”.
“El fin no justifica los medios, ni en este caso ni en otros, porque la excepción nos pondría en un disparadero que se volvería contra la propia sociedad civil", añadió Gil Tamayo.
La obediencia cristiana no es cuartelera
El nuevo secretario general y portavoz, también fue interpelado por la polémica sobre el libro "Cásate y sé sumisa", del Arzobispado de Granad y mostró que “San Pablo nos habla que nuestra vocación es la libertad, no la obediencia ciega. La obediencia cristiana no es una obediencia cuartelera". De todas maneras, Gil Tamayo pidió no juzgar un libro solo por el título”.
Utilizando un símil periodístico mostró que “tenemos que pasar de la entradilla al cuerpo de la noticia, porque si no caemos en una dinámica que no nos favorece. No he leído el libro, pero la primera impresión es que no hemos pasado del título".
Durante la Rueda de Prensa, también compareció Fernando Giménez Barriocanal vicesecretario de Asuntos Económicos que explicó las partidas dedicadas al Presupuesto de la Conferencia Episcopal y al Fondo Común Interdiocesano. El Fondo Común Interdiocesano será de 246,9 millones de euros y el presupuesto de la Conferencia Episcopal será de 4,4 millones de euros, muy similar al de 2013.