Un mayor compromiso ayudará al pueblo de Cuba a alcanzar más libertad, respeto a sus derechos humanos y a la libertad religiosa
En una carta enviada el pasado 26 de septiembre por monseñor Richard E. Pates, obispo de Des Moines y presidente del Comité Internacional de Justicia y Paz de la Conferencia de los Obispos Católicos de Estados Unidos, a la asesora de Seguridad Nacional, Susan E. Rice, pidió mayor compromiso por parte de Estados Unidos para superar el aislamiento de los cubanos, avanzar en los derechos humanos y aliviar el sufrimiento humano de los habitantes de la isla.
Ayudar a la libertad
Monseñor Pates fue enfático al pedir que un final del embargo que desde hace casi medio siglo sostiene Estados Unidos a Cuba podría ayudar a que fluyera el financiamiento y la asistencia a la población cubana.
“Un mayor compromiso –dijo en su misiva monseñor Pates—ayudará al pueblo de Cuba a alcanzar más libertad, respeto a sus derechos humanos y a la libertad religiosa”.
Para ello, abundó el purpurado estadounidense, “se deben establecer relaciones diplomáticas completas con Cuba; quitar todas las restricciones de viajar a Cuba, rescindiéndole el estatus de terrorismo que se le ha impuesto”.
Con el aumento del comercio y del turismo, piensa el obispo de Des Moines, “se beneficiarán ambas naciones y facilitará la cooperación en las áreas de protección al medio ambiente, prohibición de drogas e intercambio científico”.
En memoria de JPII
La carta del Obispo encargado de Justicia y Paz en el resto del mundo por parte de los obispos estadounidenses, le da seguimiento a la Carta Pastoral “La esperanza no defrauda” que publicaron los obispos cubanos a mediados de septiembre pasado.
En esa misiva, los obispos cubanos se hicieron eco a las palabras de Juan Pablo II quien dijo que la políticas de Estados Unidos contra Cuba, habían incrementado “la dificultades de los más débiles en lo que concierne a los básicos como la comida, la salud y la educación”.
En ese sentido, la carta del obispo Pates a la asesora de Seguridad Nacional apoya la postura de los obispos cubanos “en su llamado a un mayor respeto por la persona humana”.
Desde que en 1959 triunfara la revolución liderada por Fidel Castro que depuso a Fulgencio Batista, Estados Unidos ha mantenido una política de bloqueo contra Cuba.