Con la representación de veinte pastorales de Movilidad Humana, que incluyen el Apostolado del Mar y las pastorales de Itinerantes, Migrantes y Turismo, se llevó a cabo en Ciudad de Panamá el encuentro preparatorio de cara al Primer Congreso sobre Movilidad Humana de las conferencias episcopales de América Latina y El Caribe, que se realizará del 12 al 16 de mayo de 2014, también en Panamá.
Las pastorales de Migrantes, Itinerantes, Turismo y el Apostolado del Mar se juntaron, por vez primera en la historia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), para encontrar objetivos comunes y enfrentar la nueva realidad de la movilidad humana en el continente.
El objetivo general del congreso será el de asumir e implementar, de manera sinérgica, líneas de acción de las áreas de la Movilidad Humana, a la luz del Evangelio y del pensamiento social de la Iglesia.
Los participantes de este encuentro preparatorio participaron de la misa en la Basílica de Don Bosco presidida por monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, y concelebrada por monseñor José Luis Lucunza Maestrojuan, presidente de la Pastoral Social de Panamá.
Emergencia humanitaria
El desafío para estas áreas es muy importante, comenzando por la verdadera emergencia humanitaria entre México y Centro América con decenas de miles de personas que intentan emigrar hacia el norte del continente y que sufren vejaciones y ultrajes en su paso por México.
Basta recordar que la frontera entre México y Estados Unidos es la de mayor tráfico humano en el mundo, pues cada día cruzan de ambos lados, más del mexicano, por supuesto, 400 mil personas, muchas de ellas buscando un mejor futuro para su familia, víctimas de la pobreza y la falta de empleo en México y en Centro América.
En Colombia siguen siendo cientos de miles las personas desplazadas por el conflicto armado. Los cálculos de la Iglesia católica, que ha entrado en una acción constante de apoyo son de cinco millones de desplazados colmbianos por los conflictos armados.
Fenómenos económicos siguen trasladando hacia las grandes urbes a miles de campesinos, a los que se agregan los efectos del cambio climático. Por otro lado, el mayor crecimiento económico, está fomentando el turismo en varios países, a niveles cada vez más masivos.
Desgraciadamente, buena parte de ese turismo lo es por droga o por lo que se llama “turismo sexual”, con la consiguiente trata de personas y problemas de violencia, narcotráfico y lavado de dinero.
El CELAM ha puesto la mira en la acción conjunta de la Iglesia para enfrentar estos fenómenos que, en Centro América y México alcanzan un estado de alarma que requiere, de inmediato, la acción para preservar la dignidad de los migrantes e itinerantes hacia los Estados Unidos.
Más bardas en la frontera
La reunión preparatoria de Panamá sucede, justamente, en el momento en que se ha endurecido el control fronterizo en Estados Unidos, con respecto a los migrantes mexicanos y centroamericanos a Estados Unidos.
El día de ayer, 26 de junio, el Senado estadounidense aprobó la enmienda a la ley de reforma migratoria que incluye 30 mil millones de dólares en recursos, la contratación de 20 mil agentes de la Patrulla Fronteriza y fondos para completar mil 126 kilómetros de bardas (vallados) con México.
Con 69 votos a favor y 29 en contra, los senadores aprobaron, finalmente, la enmienda de los republicanos Bob Corcker y John Hoeven, adicionada con otra del demócrata Patrick Leahy que incluye una ruta para dar la ciudadanía estadounidense a 11 millones de indocumentados, la mayoría mexicanos. En sentido contrario, el muro y la protección fronteriza se van a ampliar a niveles nunca antes vistos, con la consabida estela de muerte e inhumanidad para miles que a diario buscan cruzar el desierto en busca del “sueño americano”.
La enmienda de ley a la reforma migratoria incluye la puesta en marcha, en todo el territorio de Estados Unidos, del programa “E-Verify”, para verificar la elegibilidad laboral de los trabajadores, así como un sistema electrónico para monitorear la entrada y salida de las personas.
El lunes 24 de junio, el Senado de Estados Unidos había aprobado aumentar en 30 mil millones de dólares el gasto de seguridad fronteriza como parte de las medidas para aprobar la reforma migratoria en ese país en el que la Iglesia católica ha pugnado por una reforma migratoria integral, basada en la dignidad de la persona y en el derecho de las familias a estar unidas, sin que hasta el momento haya sido escuchada su voz en las cámaras legislativas de EE UU.
Hoy celebramos a...