La ofensiva vuelve a empezar. La apertura de las tiendas en París vuelve a la escena con una fuerza poco común. Tanto la derecha como la izquierda ofrecerán argumentos sobre su aspecto más ventajoso. La izquierda está dividida sobre el tema; signo de esta efervescencia es la carta de Valérie Pécresse a los diputados en la que propone dos enmiendas al proyecto de ley sobre el consumo y les pide que las firmen lo antes posible. Es urgente.
La primera enmienda propone que cuando exista un acuerdo colectivo para la apertura dominical de una tienda de venta al detalle situada en el territorio de un municipio determinado, el alcalde del municipio someta la autorización de apertura de este establecimiento al voto del consejo municipal. La segunda enmienda propone autorizar la apertura el domingo de los comercios situados en las estaciones. Esta autorización se limitaría a las estaciones de viajeros de interés nacional, lo cual corresponde a las 120 mayores estaciones francesas.
¿De qué se trataría? De hecho, la primera enmienda privaría a los alcaldes de toda posibilidad de tener la elección de la política comercial en su territorio. Si bien la Ley Mallié hubiera querido efectivamente dejar un margen de maniobra a los alcaldes de Francia, ya lo había intentado eliminar en París. El Consejo constitucional retocó entonces este punto, a finales de julio de 2009. Se comprende por qué: con el socialista Delanoë en la alcaldía de París, era poco más que imposible obtener la apertura de los grandes almacenes en domingo. No sucedió. Si se adoptara esta enmienda y se remitiera ahora a los acuerdos comerciales, ¿es este el buen camino? ¿Se va a hacer creer en el diálogo social mientras tras esta aparente buena intención se esconden, bajo la cubierta de las negociaciones, trucos sucios, manipulaciones reales?
La segunda enmienda propuesta podría provocar una sonrisa al rememorar ciertos recuerdos, como la adopción de la enmienda llamada “confokéa” de Isabelle Debré, con el mobiliario; que nadie lo dude: un caballo de Troya, ni más ni menos.
Respecto a la apertura de tiendas implantadas en las estaciones, el experto Lecourt interrogado es categórico: “La autorización de abrir los comercios en las estaciones no responde a ninguna exigencia respecto a la clientela porque ya es posible abrir los principales comercios que permiten la satisfacción de sus necesidades esenciales (todo lo que se les permite a los viajeros, entre otras cosas comer). Esto va a crear la distorsión de la competencia en beneficio de los establecimientos que se encuentran allí y en detrimento de los de los alrededores con un nuevo efecto de frontera, aumentando de paso los alquileres comerciales y la naturaleza de los comercios y de los letreros que podrían asumir. Añado que al constatar una situación de concurrencia ilegal se deberá conceder el derecho a excepciones al descanso dominical a las tiendas de toda el área de influencia en aplicación de la jurisprudencia Ekima International.
Las explicaciones de Lecourt se hacen todavía más claras con el ejemplo de la estación San Lázaro de París.
“Las excepciones que desearía Pécresse beneficiarían a la tienda de Virgin de la estación, permitiendo al FNAC situado en frente quejarse de un abuso y pedir la apertura dominical a los grandes almacenes, que están deseando abrir los domingos. Haced una lista de las tiendas de las estaciones y veréis la cantidad de actividades autorizadas (tiendas de ropa, zapaterías, perfumerías, bazares,…). Otra cuestión: ¿dónde se basa la estación San Lázaro? ¿Qué hay de los andenes, la galería comercial del sótano, el espacio del metro que se extiende por debajo?
120 estaciones vuelven a ampliar el perímetro de las zonas en las que se borra el descanso dominical. Especialmente las estaciones que están en el centro de la ciudad van a poder ver el efecto de su propuesta.
Las explicaciones del abogado encargado del dossier confirman mi idea de que se trata de una ofensiva de gran amplitud con un enorme efecto dominó. ¿Qué buscan aquí Valérie Pécresse (de UMP) y los que firman su carta? ¿Quieren acabar de vaciar el principio de cualquier contenido? ¿Añadir todavía más polución social? ¿Es este el proyecto alternativo de sociedad?
Hoy celebramos a...