Presos islamistas activos en varios países se fugan tras el asalto de Boko Haram a una cárcel
El asalto a la cárcel de Niamey llevado a cabo el sábado 1 de junio por un comando de la secta islamista nigeriana Boko Haram desvela los vínculos entre grupos terroristas activos en varios países africanos, según la agencia informativa vaticana Fides.
Entre los al menos 22 presos que escaparon de la prisión de la capital de Níger en el asalto, se encuentra un miembro de un grupo yihaidista activo en Malí.
Para el padre Mauro Armanino, de la Sociedad de Misiones Africanas, existe un peligro real de que Níger se convierta en un vínculo de unión entre el movimiento nigeriano Boko Haran y otras bandas terroristas islamistas que operan en la zona del Sahel-Sahara (Malí, sur de Argelia, Libia y norte de Níger).
Durante el asalto a la cárcel de Niamey, que sirve también como centro de detención de miembros de Boko Haram, murieron dos guardias de seguridad y dos asaltantes.
Uno de los reos fugados más buscados es Alassane Ould Mohamed, sentenciado a 20 años de cárcel por matar a un estadounidense y cuatro saudíes, miembro del grupo Al Qaeda en el Magreb islámico, uno de los tres grupos yihadistas atacados por las tropas francesas en Malí.
Este suceso evidencia los vínculos entre Boko Haram y los grupos radicales de Malí, en concreto el Movimiento por la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO).
Las redes terroristas vinculadas a Al Qaeda podrían haberse extendido en la región con los conflictos en Libia y en Malí (http://www.abc.es/internacional/20130531/abci-guerra-santa-nigeria-201305301627.html).