Campaña de Cuaresma 2025
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Se aproxima el Triduo Pascual. La Cuaresma y Semana Santa son siempre un tiempo de metanoia, de cambio de mentalidad. Para que se produzca nuestra conversión, primero tenemos que saber de qué nos alejamos y hacia qué nos dirigimos. El ayuno, la oración y la limosna, los retiros y la confesión sirven para ello.
El Evangelio san Juan (12, 1-11) puede ayudarnos a darnos cuenta de en qué etapa de nuestra relación con Jesús nos encontramos en el umbral de la Pascua.
¿Eres como Lázaro, o quizás como Marta o María? ¿O estás más cerca de… Judas?
Héroes del Evangelio
San Juan representa la escena de la unción de Jesús en Betania. Están presentes Jesús, sus discípulos y los anfitriones Lázaro, Marta y María. Sin embargo, centrémonos en los cuatro personajes. ¿Te sientes reflejado en su comportamiento?
1Lázaro
Lázaro es amigo de Jesús. El Señor lo resucitó después de que descansara en la tumba durante cuatro días. En la fiesta en honor de Jesús, Lázaro se sienta a la mesa con él.
Tal vez hayas experimentado, vivido en tu vida (o durante esta Cuaresma) la presencia viva de Jesús, la resurrección de los pecados, un milagro. Sientes gratitud y paz. No tienes que hacer nada, solo estar con Jesús.
Tu celebración de la Pascua puede ser una simple y pacífica permanencia con Jesús.
Esto es bueno.
Sea lo que sea lo que haya en nosotros, entremos en este tiempo santo con Jesús.

2Marta
Marta es la hermana de Lázaro, a quien conocemos como la que sirve. Puede que tu relación con Jesús se centre precisamente en eso: en servirle a Él y a los demás. Te gusta ser voluntario, ayudar a los demás, dar tu tiempo y tus talentos. Tal vez tu mayor énfasis en esta Cuaresma ha sido la limosna.
Quizá tu celebración del Triduo tenga precisamente esa dimensión: te implicarás en la preparación de la iglesia, de la liturgia. Prepararás tu casa para acoger a los invitados. En todo esto estarás sirviendo, sirviendo a Jesús.
Esta es una buena actitud.
3María
Durante la fiesta en honor de Jesús, María tomó aceite precioso y ungió con él los pies del Salvador para después enjugarlos con sus cabellos. Esta postura simboliza la oración, la contemplación y la adoración.
Tal vez seas una persona a la que le gusta rezar. Quizás esta Cuaresma ha sido para ti un tiempo para profundizar en tu relación con Jesús rezando. No estás centrado en la repostería de cuaresma, la limpieza y las compras. Quieres dedicar tu tiempo a participar activamente en la liturgia y en la adoración junto al sepulcro.
Centrarse en la oración es bueno.
4Judas
Nadie quiere identificarse con el traidor de Jesús. Pero olvidemos por un momento lo que ha hecho y centrémonos en su desacuerdo con lo que ha hecho María: "¿Por qué no se vendió el aceite por trescientos denarios y se repartió entre los pobres?". Hay en él rebeldía, resentimiento e incomprensión.
Quizá esta Cuaresma haya sido difícil para ti. Tal vez has estado luchando con una crisis, dudas y preguntas durante mucho tiempo. Tal vez has estado dudando de Jesús o de la Iglesia.
Acércate a Jesús y cuéntaselo. Él te escuchará y no te rechazará. Tal vez este Triduo sea una experiencia difícil para ti. Tal vez entres en la muerte de Jesús sin esperanza de Resurrección.
Esta actitud está bien. Jesús te acepta tal como eres.
¿Quién soy yo?
¿Quién soy en el umbral del Triduo Pascual? ¿Cómo he vivido, cómo he sobrevivido a esta Cuaresma? ¿Hay en mí paz, alegría, deseo de orar y servir? ¿O tengo dudas y temores?


