Señales de que el Papa Francisco podría ser dado de alta pronto

El 14 de febrero, el Papa Francisco fue ingresado en la Policlínica Gemelli para tratar una grave infección respiratoria. Desde entonces, la estancia allí del pontífice de 88 años ha estado marcada por varias crisis que han puesto de manifiesto su fragilidad. El 10 de marzo, los médicos del Papa levantaron finalmente su pronóstico "reservado" sobre el estado de salud del Obispo de Roma. Una fuente vaticana comentó que esto era una señal de que el Papa ya no estaba en "peligro inminente".

Sin embargo, más de una semana después, los médicos aún no han dado una fecha para el final de la estancia del Papa en el hospital. Una fuente vaticana explicó que el Papa debe tomarse ahora un tiempo para recuperarse, y que su lenta convalecencia es normal en caso de neumonía, sobre todo porque afecta a una persona de edad avanzada.

Aunque las recientes declaraciones de la Santa Sede no apuntan a una recuperación inminente, sí apuntan a una mejora constante de la salud del Papa. La publicación por parte de la Santa Sede de una foto suya en la capilla Gemelli el domingo, la única desde el inicio de su hospitalización, atestigua también esta tendencia.

El lunes, la Santa Sede anunció que se había reducido su asistencia respiratoria, que hasta ahora había sido de "alto flujo", alternándola con un aparato más ligero. Y el martes, precisó que el Papa no había utilizado ventilación mecánica el lunes por la noche, sino oxígeno de alto flujo como durante el día.

El lunes, el cardenal Pietro Parolin, mano derecha de Francisco, aceptó responder a las preguntas de la prensa en un encuentro interreligioso en Roma, y negó "absolutamente" haber hablado de una posible renuncia durante sus tres visitas al Gemelli. "Lo encontré mejor que la primera vez", dijo el secretario de Estado italiano, ocho días después de su última visita a la cabecera del Papa.

El jefe de la Iglesia católica dispone ahora de tiempo para dedicarse a su trabajo, como demuestran varios anuncios, como el importante relativo a un próximo consistorio. El Papa también pudo responder a una carta publicada el martes en el Corriere della Sera, en la que pedía un "desarme de las palabras" en los medios de comunicación.

El 8 de abril, dentro de tres semanas, el Papa recibirá en audiencia en el Vaticano al Rey Carlos III de Inglaterra y a su esposa, la Reina Camilla. Aunque fue el Palacio de Buckingham el que hizo oficial la noticia -y no la Santa Sede-, este encuentro da fe de la mejoría de la salud del Papa.

Es poco probable que la Corona británica hubiera tomado la iniciativa de anunciar esta visita sin el acuerdo de la Santa Sede. Este encuentro no será solo entre dos jefes de Estado, sino también entre dos líderes religiosos, por lo que tendrá una importante dimensión ecuménica.

Otra perspectiva importante para el Papa Francisco es la Semana Santa, el corazón del año litúrgico, que comienza con el Domingo de Ramos el 13 de abril, dentro de menos de un mes. Terminará el 20 de abril con la fiesta de Pascua. Por el momento, no se ha anunciado nada sobre su participación en las numerosas celebraciones previstas.

Por último, se espera al Papa Francisco en Turquía a finales de mayo para el 1700 aniversario del Concilio de Nicea, un gran acontecimiento ecuménico en el que participará junto a otros líderes cristianos. El Patriarca Bartolomé de Constantinopla confirmó recientemente que se esperaba al Papa Francisco en Iznik, y dijo que rezaba por su pronta recuperación.