La Cuaresma es una época que nos invita a hacer penitencia para ayudarnos a cambiar nuestra vida, pero ¿qué pasaría si no cumplimos con nuestros propósitos?Campaña de Cuaresma 2025
Este contenido es gratuito, como todos nuestros artículos.
Apóyanos con un donativo y permítenos seguir llegando a millones de lectores.
Donar
Los ofrecimientos de Cuaresma son practicados por muchos católicos con el fin de dar algo a Dios en este tiempo en el que la Iglesia nos invita a las prácticas de la penitencia, ayuno, limosna y oración. Y con sentido de sacrificio, se renuncia a algunos gustos lícitos para agradar a Dios. Pero, ¿qué pasa si a media Cuaresma cambiamos de propósitos?
Toma en serio lo que ofreces a Dios
Podría suceder que alguna persona ofrece dejar de consumir algún alimento, rezar el rosario, efectuar alguna peregrinación especial, visitar un santuario, en fin, que la creatividad es infinita para el fiel que desea retribuir o solicitar un favor a Dios.
Ahora bien, si lo hace durante la Cuaresma, es él mismo quien ha puesto un plazo específico, con carácter de promesa a Dios. Debe entender que está obligado a cumplir.
Dice el Catecismo de la Iglesia católica:
"En varias circunstancias, el cristiano es llamado a hacer promesas a Dios. El Bautismo y la Confirmación, el Matrimonio y la Ordenación las exigen siempre. Por devoción personal, el cristiano puede también prometer a Dios un acto, una oración, una limosna, una peregrinación, etc. La fidelidad a las promesas hechas a Dios es una manifestación de respeto a la Majestad divina y de amor hacia el Dios fiel".
Por eso, el número 2102 enfatiza que: "La promesa deliberada y libre hecha a Dios acerca de un bien posible y mejor, debe cumplirse por la virtud de la religión".
El propósito
El padre Sergio Moctezuma, padre penitenciario de la Catedral de Celaya, comenta que "una cosa es un propósito y otra una promesa". Menciona que hay un propósito cuando se tiene la intención piadosa de crecer en el trato con Dios mediante una obra determinada, como dejar de comer pan, hacer penitencia, etc.
En este caso no hay una vinculación consciente con Dios, simplemente es un deseo de esforzarse en realizar una obra. "Y no lograrlo no implicaría propiamente una falta o un pecado", destaca el sacerdote.
La promesa
"Pero si ese propósito se hace de una manera consciente y comprometida, a nivel de promesa, entonces sí genera un deber ante Dios para cumplirla", añade el padre Moctezuma. Aclara que "si no lo hice, culpablemente, porque al final no lo quise hacer, porque soy voluble, yo creo que sí hay una carga moral, y aunque sea venial, pero sí habría un pecado", explica.
"¿En qué sentido habría pecado venial?" El padre penitenciario considera que si "por negligencia, por pereza, por falta de amor, por inconstancia dejo de hacer algo que me comprometí a realizar, tiene que ver con la virtud de la religión, y en ese sentido es una relación de justicia para con Dios".
Cambiar los ofrecimientos y propósitos cuaresmales
Pero concluye agregando que:
"Fuera de esto, algunos moralistas y pastoralistas opinan que no habría pecado en fallar a esos propósitos de Cuaresma", porque son "ese esfuerzo personal y devoto del cristiano por seguir creciendo en su comunión con Dios, en su santificación personal y en la caridad hacia el prójimo".
Y si hay motivos razonables, puede ser moralmente aceptable cambiar el ofrecimiento de Cuaresma por otra obra.