Campaña de Cuaresma 2025
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¿Por qué celebrar con tanta solemnidad el 1700 aniversario del Concilio de Nicea en el 2025? Porque la reunión de obispos convocada por Constantino afirmó la divinidad del Hijo frente a las herejías arrianas. Porque los padres redactaron un credo que sigue vigente hoy en día. Y porque el acontecimiento fue también el primer concilio ecuménico, en el sentido de reunión de todas las partes de la Iglesia de la época.
Esto no significa que Nicea I, para distinguirla de Nicea II, el segundo concilio ecuménico celebrado en Nicea en 787 para resolver la cuestión iconoclasta, sea el primer concilio.
La originalidad de este concilio del 325 se debe a varios factores. En primer lugar, no fue convocado por un obispo o un papa, sino por el emperador Constantino, preocupado por la unidad de su imperio, que estaba siendo desgarrada por una discusión teológica. En segundo lugar, el concilio resolvió esta cuestión mediante la elaboración de una definición dogmática y la proclamación de un credo.
Pero, sobre todo, este concilio se distinguió de los anteriores por la diversidad de los asistentes, desde representantes del Papa de Roma hasta los obispos de Oriente. Porque, a decir verdad, hubo muchos concilios antes de Nicea. En efecto, un concilio no es más que una reunión de obispos, que puede ser local, para resolver un problema de fe o de disciplina.

Numerosos concilios particulares
En este contexto, el primer concilio conocido parece ser el de Jerusalén, descrito por san Pablo en su epístola a los Gálatas. Escrita hacia el año 50 ó 51, esta carta describe la asamblea de apóstoles y ancianos (presbíteros) que se había celebrado algún tiempo antes bajo la égida de Santiago, primer obispo de la Ciudad Santa. La cuestión que los reunía era simple: ¿Había que ser judío (y por tanto circuncidado) para ser cristiano? Conocemos su conclusión.
Muchos otros concilios regionales se celebraron antes del 325 (y después): en Cartago, en 251, donde hubo acalorados debates sobre el retorno de los antiguos apóstatas; en Roma, para condenar el modalismo; luego en Antioquía (264); en Elvira, en España, en 305, sobre el matrimonio de los cristianos y el celibato de los clérigos; y en Arlés, en 314, sobre el donatismo. Esto es solo una muestra; solo en el periodo 251-325 hubo catorce concilios conocidos.
La originalidad de Nicea es, por tanto, el hecho de que fue "ecuménico" - "universal" (del griego "toda la tierra habitada")- en cuanto a sus participantes y su recepción. De hecho, este adjetivo solo fue añadido por la posteridad a la vista de las enseñanzas del concilio.
Los ortodoxos reconocen hoy siete concilios ecuménicos (hasta 787, Nicea II), los protestantes generalmente seis (hasta 681, Constantinopla III) y la Iglesia católica 21 (hasta 1965, Vaticano II).


