¿Sabías que la hermana de san Patricio también es santa?

Aunque a menudo se atribuye a san Patricio la conversión de toda Irlanda sin ayuda de nadie, en realidad recibió ayuda de sus propios parientes.

Además de su sobrino, Patricio estuvo acompañado por sus hermanas, que hicieron lo que pudieron para ayudar a establecer el cristianismo en la isla.

Se trata de una historia poco conocida, pues la mayor parte del énfasis se pone en san Patricio, ya que fue el obispo que dirigió la campaña de evangelización de Irlanda.

Las tradiciones locales identifican a una de las santas hermanas de san Patricio como "Darerca", que pudo haber estado entre las secuestradas y llevadas a la esclavitud al principio de la vida de los hermanos.

Se dice que Darerca fue madre de muchos hijos (según algunas tradiciones, 17 en total), la mayoría varones.

Estos niños acabaron influyendo en el establecimiento de la Iglesia en Irlanda, ya que se convirtieron en obispos por todo el país. Además, muchos de estos obispos son considerados santos, como san Mel de Ardagh, san Rioc de Inisboffin, san Muinis de Forgney y san Maelchu.

La Enciclopedia Católica también afirma que "santa Darerca tuvo dos hijas, santa Eiche de Kilglass y santa Lalloc de Senlis. Su primer marido fue Restitutus el Lombardo, tras cuya muerte se casó con Chonas el Británico".

Según estas tradiciones, la evangelización de Irlanda fue un "asunto de familia" y el gran apóstol de Irlanda recibió mucha ayuda de sus propios parientes.

Sin embargo, poco se sabe definitivamente de sus hermanas (también hay una santa Lupita que figura como su hermana), y muchas tradiciones divergen en cuanto a los detalles exactos de quiénes eran y qué hacían.

Sea cual sea la verdad, el pueblo irlandés transmitió a cada generación historias de las hermanas de san Patricio y las consideraba mujeres santas. Tuvieron un impacto duradero en la isla, que perdura hasta nuestros días.