"Los lugares donde sufrimos son a menudo lugares donde compartimos, donde nos enriquecemos mutuamente", afirma el Papa Francisco en su mensaje para la 33ª Jornada Mundial del Enfermo, que se celebrará el 11 de febrero de 2025. El texto, publicado el 27 de enero, está dedicado a la esperanza, que es el tema del Jubileo -un gran acontecimiento que la Iglesia católica celebra cada 25 años- que tendrá lugar a lo largo de este año.
La Jornada Mundial del Enfermo se celebra anualmente el 11 de febrero, festividad de Nuestra Señora de Lourdes. Fue en esta fecha simbólica en 2013 cuando el Papa Benedicto XVI anunció su histórica renuncia.
En el mensaje de este año, el Papa Francisco se dirige en particular a quienes padecen "enfermedades graves e incapacitantes, que pueden requerir cuidados que superan [sus] medios". También habla del sufrimiento de las personas cercanas a los enfermos que "se sienten impotentes para ayudar".
El Papa dice a los enfermos que son "un canto de esperanza cuya voz va mucho más allá de las habitaciones y las camas de las instituciones asistenciales".
En términos más generales, el Pontífice de 88 años invita a los católicos a ser "ángeles, […] mensajeros de Dios los unos para los otros". Subrayó que "la sonrisa amable de un cuidador, la mirada agradecida y confiada de un paciente" enseñan "el verdadero sabor de la vida".
Reconociendo que, al atravesar por la enfermedad propia o de un ser querido sentimos la necesidad de la ayuda y Providencia de Dios, el Papa Francisco comparte tres aspectos que caracterizan la presencia de Dios cerca de quien sufre.
Los 3 aspectos para reflexionar sobre la presencia de Dios cerca de quien sufre:
1Encuentro
El Papa Francisco recuerda que Jesús, al enviar a los 72 discípulos en misión, les pide ayudar a los enfermos "a comprender que también la enfermedad, aun cuando sea dolorosa y difícil de entender, es una oportunidad de encuentro con el Señor".
"La enfermedad entonces se convierte en ocasión de un encuentro que nos transforma; en el hallazgo de una roca inquebrantable a la que podemos aferrarnos para afrontar las tempestades de la vida; una experiencia que, incluso en el sacrificio, nos vuelve más fuertes, porque nos hace más conscientes de que no estamos solos. Por eso se dice que el dolor lleva siempre consigo un misterio de salvación, porque hace experimentar el consuelo que viene de Dios de forma cercana y real, hasta 'conocer la plenitud del Evangelio con todas sus promesas y su vida'"
2Don
El Santo Padre nos recuerda que, así como los discípulos de Emaús (cf. Lc 24,13-53), nosotros también podemos compartir con Él nuestro sufrimiento, desconcierto, preocupaciones y desilusiones; así como dejarnos iluminar por Su Palabra.
"Ciertamente, nunca como en el sufrimiento nos damos cuenta de que toda esperanza viene del Señor, y que por eso es, ante todo, un don que hemos de acoger y cultivar, permaneciendo “fieles a la fidelidad de Dios”",
3Compartir
En medio de la oscuridad de la prueba, el compartir da fuerza y enseña "el sabor verdadero de la vida, en el amor y la proximidad", recuerda el Papa.
"Los lugares donde se sufre son a menudo lugares de intercambio, de enriquecimiento mutuo. ¡Cuántas veces, junto al lecho de un enfermo, se aprende a esperar! ¡Cuántas veces, estando cerca de quien sufre, se aprende a creer! ¡Cuántas veces, inclinándose ante el necesitado, se descubre el amor! Es decir, nos damos cuenta de que somos 'ángeles' de esperanza, mensajeros de Dios, los unos para los otros, todos juntos: enfermos, médicos, enfermeros, familiares, amigos, sacerdotes, religiosos y religiosas; y allí donde estemos: en la familia, en los dispensarios, en las residencias de ancianos, en los hospitales y en las clínicas".
Peregrinaciones para enfermos y mundo sanitario
Durante este año jubilar, los enfermos y el mundo sanitario peregrinarán a Roma los días 5 y 6 de abril. El Papa presidirá una Misa por ellos en la plaza de San Pedro. Los días 28 y 29 de abril también habrá un jubileo para las personas con discapacidad.
El pontífice argentino también ha establecido que la próxima celebración solemne de la Jornada Mundial del Enfermo, que se organiza cada tres años en un santuario mariano del mundo, tendrá lugar el 11 de febrero de 2026 en el santuario de Chapi, en Arequipa, al sur de Perú.
Esta iglesia de montaña, cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII, ya iba a ser escenario de la Jornada en 2022, antes de que el Papa la trasladara a Roma a causa de la pandemia de Covid. En 2019, la celebración tuvo lugar en Calcuta (India).