separateurCreated with Sketch.

¡Contraerás matrimonio!, ¿cómo debes escoger a tus testigos?

boda

Matrimonio.

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Mónica Muñoz - publicado el 06/02/25
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Al contraer matrimonio por la Iglesia es necesario elegir bien a los testigos que compartirán este decisivo momento de tu vida, por eso fíjate en estos consejos

El matrimonio por la Iglesia es un paso muy importante para cualquier pareja en el mundo, porque se requiere estabilidad, madurez, voluntad, libertad y mucho amor. Por eso se invita a la familia y amigos cercanos para compartir este momento decisivo, y a algunos más íntimos para que sean los testigos de la unión.

¿Testigos o padrinos?

Cuando se trata de un sacramento de iniciación cristiana es importante que el niño tenga un padrino o una madrina, o ambos. El papel que desempeñan es acompañar a su ahijado durante su vida para que sea buen cristiano.

En el caso del matrimonio, el Código de Derecho Canónico dice:

Solamente son válidos aquellos matrimonios que se contraen ante el Ordinario del lugar o el párroco, o un sacerdote o diácono delegado por uno de ellos para que asistan, y ante dos testigos.

Nos damos cuenta que el Derecho los llama "testigos", porque ellos darán fe de que la pareja se ha casado y que se hizo debidamente.

No son padrinos en el sentido pleno de la palabra, pero su misión es semejante al de los padrinos de bautismo: acompañar a los nuevos esposos en su vida matrimonial, sobre todo dando ejemplo de vida cristiana, colmada de virtudes y de lucha diaria para alcanzar juntos el cielo.

Por eso, para que decidas mejor sobre tus testigos de matrimonio, fíjate en lo siguiente:

1Que sean casados por la Iglesia

Puede ser que la pareja que quieras como testigos se lleven bien con ustedes, pero no tendrá sentido si no han contraído matrimonio por la Iglesia. En ese caso, mejor que permanezcan como buenos amigos porque lo único que podrán hacer es aconsejarlos para compartir momentos agradables, y no para vivir la gracia sacramental propia del del matrimonio.

2Que sean católicos practicantes

Del mismo modo que lo anterior, predicar con el ejemplo es decisivo. Quien no ama a Dios lo suficiente como para obedecer sus mandamientos y vivir plenamente integrado a su Iglesia, no tendrá herramientas para inspirarlos a seguir a Cristo.

San Pablo entendía muy bien esta unión:

Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos serán una sola carne. Este es un gran misterio: y yo digo que se refiere a Cristo y a la Iglesia.

La fe debe compartirse desde la experiencia cristiana, por eso no tendrá razón de ser que sus testigos asistan a la Iglesia únicamente el día de su matrimonio.

3Que den testimonio de amor cristiano

El respeto debe privar entre ellos en todo momento, como prueba de verdadero amor, porque si delante de los extraños se insultan o se humillan, ¿qué será en casa?

Dice la carta a los Efesios:

Cada uno debe amar a su mujer como a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido.

Esto no quiere decir que sean perfectos, sino que demuestren que se puede tener una relación sana y amorosa, dispuesta a perdonarse y a enfrentar los retos y problemas de la vida, siempre de la mano de Jesús y María.

4Que estén abiertos a la vida

Un matrimonio con varios hijos siempre será edificante, sin importar lo que opine el mundo actual que critica a quienes se "atreven" a tener más de dos hijos.

El libro de los Proverbios nos alecciona:

Corona de los ancianos son los nietos, y la gloria de los hijos son sus padres.

La pareja que se entrega a la providencia de Dios no pondrá obstáculos a la vida, pero será responsable para tener y educar a los hijos que Dios les envíe -dos, tres o los que ellos decidan tener-.

De este modo, los recién casados se darán cuenta de que la confianza en Dios nunca se ve defraudada y perderán el miedo a tener sus propios hijos.

No olvides que somos una comunidad y que debemos estar los unos para los otros, así es que elige a tus testigos de tal manera que, cuando llegue el momento de presentarse ante Dios, te veas en el cielo acompañado de ellos.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.