Thomas y Halle, una pareja estadounidense de treintañeros, se unieron en matrimonio el pasado mes de octubre. Para la ocasión, Thomas, que es profesor de cuarto curso, tuvo la buena idea (inspirada por su futura suegra) de pedir a sus alumnos que le ayudaran a decorar la mesa de su boda haciendo los centros de mesa. ¡Es una forma estupenda de abaratar costes y de tener un recuerdo para toda la vida!
Thomas invitó a sus alumnos a responder en clase a dos preguntas: "¿Qué es el amor?" y "¿Por qué se casa la gente?" No eran deberes ni había calificaciones, sino una sola regla: tenían que ser sinceras.
Después, la pareja tuvo que elegir entre las adorables respuestas escritas a mano para quedarse con algunas, que enmarcaron y colocaron en el centro de las mesas del lugar de su boda.
El día de la boda, los invitados -muchos de los cuales eran profesores y colegas de la pareja- quedaron tan prendados de las reflexiones de los niños sobre el amor que las fotos de los centros de mesa no tardaron en circular por las redes sociales.
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Los niños saben más de lo que crees
¿Qué significa el amor para los estadounidenses de 9 y 10 años? Algunas de las respuestas son obvias: "Es cuando miras a alguien, tu corazón se acelera y estás enamorado".
Otras son hilarantes, sobre todo cuando se trata del matrimonio: "Para que se besuqueen", o "Para que se den azotes". En cualquier caso, la pareja, que trabaja con niños, pudo dar fe del poder de la mirada de un niño. "Los niños saben mucho más de lo que uno cree", confirman.
"Aunque no tengan la terminología adecuada o la forma perfecta de decir las cosas, sienten lo que es el amor, lo reconocen y saben cómo compartirlo", se entusiasman los recién casados, aún conmovidos por la sencillez con la que todos los alumnos de Thomas jugaban al juego.
"Sólo quieren sentirse queridos, y sus respuestas eran tan inocentes y adorables, que fue un momento realmente increíble". Y los novios concluyen: "En una época en la que el amor y el matrimonio se han vuelto demasiado complicados, a veces necesitamos desmontar las cosas y ver la belleza de encontrar a alguien a quien amar, especialmente a través de los ojos de un niño".
Así pues, los niños son los mejores maestros, pues nos recuerdan que el amor es un valor universal, seamos jóvenes o mayores, franceses o estadounidenses.