“Quien recibe más gracia de la limosna es quien la da, porque es visto por el Señor”, afirmó el Papa Francisco durante el Ángelus del 27 de octubre de 2024, poco después de la Misa de clausura del Sínodo sobre la sinodalidad. También pidió a los fieles rezar para que los frutos de este gran evento iniciado en 2021 ayuden a todos a “avanzar por el bien de la Iglesia”.
Ante numerosos fieles reunidos en la plaza de San Pedro, el pontífice prosiguió su comentario sobre el evangelio del día, ya discutido en profundidad en su homilía en la Misa de clausura del Sínodo sobre la sinodalidad, esta mañana. Se detuvo de nuevo en la figura del ciego Bartimeo, “un pobre mendigo” que es sanado milagrosamente por Jesús.
El Papa recordó que Bartimeo pide a Cristo que lo salve, Jesús responde: “¿Qué quieres que haga por ti?". Es a través de esta pregunta, explicó, que Cristo “comienza a abrir los ojos de los ciegos”, entablando un diálogo con él.
“Cuando nos encontramos con un mendigo en la calle, cuántas veces miramos hacia otro lado, cuántas veces lo ignoramos, como si no existiera”, denunció el pontífice. Insistió en la importancia de mirar al pobre a los ojos y tocarle la mano “para sentir su carne”.
“Cuando te acercas a un pobre y te acercas a él, es Jesús quien se acerca a ti en la persona de este pobre”, explicó. “No nos equivoquemos: la limosna no es caridad”, afirmó, asegurando que “el que más gracia recibe de la limosna es el que la da, porque es visto por el Señor”.
Ante los fieles, el pontífice también anunció la clausura del Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad, un gran proyecto destinado a hacer la Iglesia más participativa, abierta a todos y guiada por el Espíritu Santo. “Oremos para que todo lo que hemos hecho durante este mes nos permita avanzar por el bien de la Iglesia”.