San Antonio María Claret es conocido por sus grandes y humildes obras de evangelización, pues es ejemplo de perseverancia y ofrecimiento. Desde joven aprendió a escuchar la voz de Dios, tanto así que le entregó su vida; además, buscó la manera de llegar a muchas otras almas siendo un buen cristiano.
Fue así que durante su vida tuvo muchos cargos importantes, mismos que realizaba con entusiasmo y ofrecimiento, cualidad que le permitió ser lo suficientemente organizado para cumplir con todo. En una ocasión, le preguntaron cómo era posible que lograra tanto, y él respondió:
"Enamórense de Jesucristo y del prójimo, y lo comprenderán todo, y harán más cosas que yo".
En otras palabras, su amor a Cristo y a los demás lo impulsó; y hoy, esta recomendación que hizo sigue siendo tan relevante como antes.
Un camino recto al cielo
En Camino recto y seguro para llegar al cielo, comparte algunas bases para ser nuestra mejor versión como cristianos.
Te compartimos estos y otros consejos, plasmados en sus escritos y sermones. ¡Presta mucha atención y prepara tu alma!
1La devoción a María
María es el puente seguro para llegar a Jesús. No dudes en acercarte a ella y cobijarte bajo su amparo maternal como hijo suyo. Así lo explica el santo:
"Un hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre que arde en caridad y que abrasa por donde pasa; que desea eficazmente y procura por todos los medios encender a todo el mundo en el fuego del divino amor. Nada le arredra; se goza en las privaciones; aborda los trabajos; abraza los sacrificios; se complace en las calumnias y se alegra en los tormentos. No piensa, sino, cómo seguirá e imitará a Jesucristo en trabajar, sufrir y en procurar siempre y únicamente la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas".
2Haz de tu vida una oración
Para Claret era muy importante la unidad entre la oración y la vida del cristiano, pues ésta es el alimento del alma. En su libro, Camino Recto, comparte una manera sencilla de estar en constante oración durante todo el día, de acuerdo a las posibilidades de cada uno.
Esta es su recomendación de momentos clave para orar:
- Al despertar
- Al iniciar el trabajo
- Antes de comer
- Al terminar de comer
- A la hora del Ángelus (al despertar, a las 12 p.m. o a las 6 p.m.)
- Al estar frente a una tentación
- Al momento después de haber pecado y haberse arrepentido
- Al terminar el día
Estos son los momentos en los que basta con hacer una pequeña oración de agradecimiento a Dios y a la Virgen María, así como dedicar un tiempo estable para profundizar en la oración y meditación. Además, en su libro comparte una serie de oraciones que puedes rezar para los momentos mencionados anteriormente.
3Evangelizar y hacer apostolado
Este punto final es clave, pues así como san Antonio aprovechaba cada momento para evangelizar, hoy podemos hacer lo mismo a través de nuestras actividades cotidianas, o por medio de herramientas que usamos comúnmente como las redes sociales, blogs o cualquier otro medio para transmitir el amor de Cristo.
San Antonio fue el confesor de la Reina Isabel II y, cada que la acompañaba a sus giras, él aprovechaba para compartir La Palabra de Dios; también utilizaba la prensa escrita, le gustaba escribir y repartir sus periódicos como apostolado.