separateurCreated with Sketch.

¿Qué hacer ante leyes injustas? La mirada de la Iglesia

Yellow Title Icon
Este artículo está reservado a los miembros de Aleteia Family
leyes injustas doctrina social de la iglesia
Luis Carlos Frías - publicado el 18/09/24
En México, la Reforma al poder judicial fue aprobada y publicada en medio de desacatos y malas prácticas. La Doctrina Social de la Iglesia señala que los legisladores están obligados a crear leyes justas, pero no siempre sucede así. ¿Qué podemos y debemos hacer?

El Magisterio social de la Iglesia señala, en efecto, que “la autoridad debe emitir leyes justas, es decir, conformes a la dignidad de la persona humana y a los dictámenes de la recta razón” (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia –CDSI–, n. 398). Desafortunadamente esto no siempre se cumple a cabalidad. De hecho, hay veces en que el entramado jurídico de un Estado está tan infectado con el virus de la corrupción que acaba protegiendo intereses particulares, alejándose así del supremo interés que debería prevalecer en todas las leyes: el bien común.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.