El nombre exacto de la planta es "Dendrobium Su Santidad el Papa Francisco". Según la descripción dada por el Gobierno de Singapur, se trata de una orquídea híbrida "inmaculada de color blanco marfil".
Con motivo de su visita, el Papa Francisco fue invitado a bautizar la flor con su nombre. La ceremonia organizada en su honor en el Parlamento de Singapur por el Presidente Tharman Shanmugaratnam se celebró el jueves. El Papa plantó un pequeño cartel con el nombre del híbrido en la maceta de esta resplandeciente flor.
Este regalo tan original dista mucho de ser una primicia. Forma parte de una estrategia propia de la Ciudad del León, conocida como "diplomacia de las orquídeas", del mismo modo que en China existe la "diplomacia del panda".
El principal protagonista es el Jardín Nacional de Orquídeas, una institución fundada en el siglo XIX por los británicos, que ahora cuenta con unas mil variantes naturales de la preciada planta y 2 mil híbridos. En realidad, la idea surgió a mediados del siglo XX, cuando el país aún era británico: se bautizó una orquídea en honor de la esposa de un gobernador, una tal "Anne Black". Posteriormente, y sobre todo tras la independencia de Singapur en 1965, este procedimiento se utilizó para honrar a prestigiosas personalidades internacionales.
Se quedará en Singapur
Lee Kwan Yew, fundador del Estado de Singapur y su Primer Ministro durante muchos años, veía Singapur como una "ciudad jardín" y dio gran importancia al Jardín Nacional de Orquídeas. Creó una sección "VIP" de híbridos, estas "creaciones" hechas a partir de dos variantes, destinadas a ser otorgadas a personalidades merecedoras, del mismo modo que se concede la Legión de Honor en Francia.
Algunos ejemplos son la Reina Isabel II, la candidata presidencial demócrata estadounidense Kamala Harris, las princesas Diana y Kate, Nelson Mandela, Xi Jinping y Margaret Thatcher. El Papa Francisco también figura en la lista, en la que también figuran personalidades de la sociedad civil como Andrea Bocelli, Jackie Chan y Elton John. Pero estas orquídeas, especialmente refinadas, no están a la venta. La única forma de verlas es viajar a Singapur y visitar el Jardín Nacional de Orquídeas.