¿Lo sabía? Además de un "pequeño ejército", la Guardia Suiza y los gendarmes, el Vaticano cuenta con un pequeño Cuerpo de Bomberos. Aunque los orígenes de una unidad de extinción de incendios se remontan a principios del siglo XIX, el actual Cuerpo de Bomberos del Vaticano -con sede en el cuartel del Patio del Belvedere- se creó oficialmente en 1941, bajo el pontificado de Pío XII. Desde hace unos veinte años, los bomberos, junto con los gendarmes, forman parte de la "Dirección de los Servicios de Seguridad y Protección Civil" del Governatorato, y pueden ser llamados en cualquier momento desde los cuatro puntos cardinales del pequeño Estado.
Pero, ¿quiénes son estos bomberos, equipados con unos pocos vehículos de emergencia y una gran escalera? Tras una campaña de modernización, los jóvenes reclutas se forman ahora en la Escuela Básica de Bomberos de Roma, en el sudeste de la Ciudad Eterna. Para poder presentarse como bombero vaticano, los aspirantes deben ser solteros, varones, tener entre 21 y 25 años y practicar la fe católica. También debe adjuntarse a la solicitud una carta de un sacerdote, según el sitio web de la Gobernación del Vaticano.
Rescates en los medios de comunicación
En territorio vaticano, los bomberos no solo apagan incendios, sino que también prestan primeros auxilios, previenen accidentes y controlan los equipos contra incendios del pequeño Estado. Se trata de una responsabilidad colosal, dada la "enorme importancia religiosa, histórica y artística" de los tesoros del Vaticano, que incluyen obras maestras y preciosos documentos de archivo, según la Gobernación.
En 2016, el Papa Francisco envió una delegación de sus bomberos para ayudar a las víctimas del terremoto de Amatrice, en el centro de Italia. En el Vaticano, también prestan un servicio de seguridad en el helipuerto situado en los jardines, cuando el Papa despega y aterriza.
Algunos de los rescates llevados a cabo por los bomberos con sus uniformes azul noche reciben más cobertura mediática que otros. En 2019, por ejemplo, el soberano del pequeño Estado quedó atrapado durante veinticinco minutos en un ascensor de su residencia de Santa Marta, debido a un corte de luz. Los bomberos acudieron a su rescate. Este divertido episodio provocó un retraso de varios minutos en el rezo del Ángelus dominical -un hecho extremadamente raro en la historia del papado- y el pontífice dio públicamente las gracias a los bomberos, arrancando los aplausos de la multitud.
En febrero de 2022, la plaza de san Pedro fue escenario de un rescate extraordinario: encaramados a su gran escalera, los bomberos de la Ciudad del Vaticano intervinieron para salvar a un gato atascado en la columnata de Bernini, ante la mirada atónita de los espectadores. Tras varios intentos, el felino cayó unos 16 metros… antes de volver a levantarse y escapar, sano y salvo.
Los riesgos del trabajo
El trabajo de bombero vaticano no es tranquilo. El pasado mes de junio, el diario Il Messaggero informó de que una operación rutinaria en los Museos Vaticanos estuvo a punto de acabar en desastre. Mientras un bombero rescataba pájaros atrapados entre el techo y el falso techo, éste cedió y el hombre cayó casi seis metros. Al final, más asustado que herido, fue trasladado al hospital Gemelli y salió ileso.
Los bomberos del Vaticano tienen su propia fiesta, el 4 de diciembre, por Santa Bárbara, patrona de los bomberos italianos. Y cada año, en Navidad, turistas de todo el mundo pueden admirar su "catre de bomberos", expuesto bajo las columnatas de la basílica de san Pedro. Esta obra de arte se aloja en un extintor, una furgoneta o cualquier otro objeto que represente a este insólito cuerpo.