Descansar es esencial para toda persona, puesto que este nos permitirá rendir de manera adecuada en nuestras actividades diarias, desde cumplir con el trabajo, hasta cuidar la convivencia con familia y amigos.
Es increíble cómo el sueño influye en nuestra rutina del día siguiente, sin importar la edad que tengamos. Las Sagradas Escrituras mencionan que Jesús conversa con sus apóstoles y los invita a descansar después de su jornada:
"En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Entonces Él les dijo: ‘Vengan conmigo a un lugar solitario, para que descansen un poco’. Porque eran tantos los que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer".
Con ello entendemos que el descanso es bueno y necesario para todos; por tanto, así como dedicamos tiempo al estudio y el trabajo, debemos hacerlo de igual manera para el sueño. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo y vamos creciendo, dejamos de ver al descanso como algo esencial.
Los santos también descansaban
Los santos podían rendir en su servicio porque descansaban en Cristo, y a eso mismo es a lo que estamos llamados todos; por ello, te mostramos algunos santos que han mostrado la importancia del descanso y que tuvieron una buena actitud para servir, siempre con una gran sonrisa.
1San Agustín de Hipona
Agustín, quien ahora es Doctor de la Iglesia, escribió sobre la importancia de equilibrar el trabajo y el descanso. En sus Obras menciona cómo el descanso adecuado puede revitalizar el cuerpo y el espíritu para el servicio a Dios.
2San Juan Pablo II
Este gran Papa y santo llegó a hablar sobre la importancia de un equilibrio entre el trabajo y el tiempo de descanso, en particular explicó que el descanso es esencial para mantener la salud física y espiritual.
Es por ello que san Juan Pablo II siempre portaba una bella sonrisa a donde quiera que fuera y, a través del descanso, Dios lo fortalecía para que pudiera cumplir con su ministerio con gran responsabilidad y entusiasmo.
3Santa Teresa de Ávila
Teresa de Ávila, en sus escritos y cartas, a menudo recordaba a sus monjas y seguidores sobre la necesidad de un descanso adecuado y les hablaba sobre cómo la fatiga física puede afectar negativamente la vida espiritual.
Esta santa explicaba que la fatiga nos deja sin ganas de orar y, en otras ocasiones, podemos quedarnos dormidos en los momentos que queremos dedicar a Dios, por falta de sueño.
4San José
Además de ser patrono de la Iglesia universal, a san José también lo recordamos como san José dormido. A esta fiel y bonita devoción el Papa Francisco le tiene un especial cariño y, aunque propiamente san José no haya escrito un tratado del sueño, puede ser nuestro intercesor para lograr un descanso profundo en el Señor debido a que él conocía los planes de Dios por medio de sueños.
5San Francisco de Asís
Aunque a este santo le conocemos especialmente por su penitencia y austeridad, san Francisco también enseñó sobre la importancia de la paz interior y la serenidad, que se pueden alcanzar a través del descanso y la contemplación.
Así como estos maravillosos ejemplos de santos, hay muchos más que dan testimonio de que el descanso nos genera un bienestar físico, pero también un mayor crecimiento espiritual. Una lección importante para que cada uno de nosotros podamos continuar con aquella misión que Dios nos ha encomendado.