En la madrugada del 24 de marzo de 1944, soldados alemanes irrumpieron en la casa de la familia Ulma. Primero fusilaron a Jozef y a su esposa Victoria, que estaba embarazada. Después mataron a los ocho judíos que estaban escondidos en su casa. Más tarde, el comandante de la gendarmería, el teniente Eilert Dieken, dio la orden de matar a los seis hijos de la familia "para que no hubiera problemas con ellos".
Antes de morir, los Ulma eran una familia unida y feliz. Eso es lo que llama la atención cuando se miran las fotos tomadas por Jozef, un fotógrafo aficionado. Le encantaba inmortalizar momentos de la vida cotidiana de la familia: baños, juegos, alegres desayunos en la cocina. Jozef también fotografiaba a menudo a su esposa, victoria: la vemos horneando pasteles o con los niños, todos absortos en una intensa lectura.
La familia Ulma será beatificada este domingo 10 de septiembre en Markowa (Polonia).