Durante todo el año te has esforzado por conseguir muchos de tus objetivos.
Ha sido una constante lucha por superar múltiples obstáculos que parecen proponerse evitar tu gran logro. Pero en muchas cosas, ya lo has conseguido y eso hay que festejarlo.
Eso es lo hermoso de la vida, que una parte importante de lo que has obtenido, se debe a tu trabajo, a la dedicación, a tu empeño y a la perseverancia.
La otra parte, es la que también debemos de agradecer. Que es el regalo de cada día de la Providencia divina.
Somos lo que somos y poseemos lo que tenemos, por su Infinita Misericordia.
Así que al final de cada año hacemos un balance de nuestros logros y de lo que hemos recibido. Y al inicio, nos proponemos el esfuerzo que hemos de realizar para conseguir nuestros objetivos; clamando al cielo, su ayuda y misericordia para poderlos alcanzar.
Es muy importante saber conjugar la intención con el esfuerzo que se hace para conseguirlo.
Que en tu intención esté tu mejor actitud, la muestra de la disposición que tienes de ser mejor persona.
TUS ACTITUDES, QUE SEAN EL MEJOR REGALO.
Eres tú el mejor obsequio para tus seres queridos en este inicio de año.
No lo tienes que ir a comprar, sólo hay que mostrar la mejor versión de ti, sin fingir.
Es trabajar en tus estados de ánimo, principalmente en tu alegría y optimismo. Es llevar tu buen humor y actitudes a las reuniones familiares.
Tal vez tu familia ya está cansada de verte triste y tratando de resolver tu vida con una copa en la mano y viviendo embriagado de mentiras, sin gozar de la sobriedad.
Quizás no te has dado cuenta de que tus enojos y desplantes, de mal carácter, son un enfado en cada reunión a la que asistes.
Tu protagonismo petulante o tu distanciamiento y frialdad son un baldazo de agua fría, cada vez que te ven.
Date la oportunidad de arreglar tu vida
Es tiempo ya, de darte la oportunidad de arreglar tu vida y llevarles el regalo de tu propósito y realidad, de que estás trabajando por mejorar.
Que se noten los cambios de actitud y la buena intención de regalarles un buen momento con tu presencia.
Si, tú eres el mejor regalo, cuando tus seres queridos te ven bien y contento.
Ya hay que dejarse de quejar y de ser víctimas de nuestro pasado. Cada año es una oportunidad de dejar atrás nuestras tragedias de antaño, para edificar nuestras nuevas oportunidades de vivir mejor.
Así que prepara la mejor versión tuya y envuélvela en tus más bellas actitudes.
Que tus seres queridos realmente vean que estás corrigiendo tus desastres y tratando de modificar tus malos modos.
Lleva, a las próximas reuniones familiares, una sorpresa de ti, al menos un cambio de algo que sorprenda y agrade más. Son oportunidades que vale la pena aprovechar.
En vez de ir a comprar regalos, recuerda que el mejor de todos, es que te sientan bien, más contento y luchando por ser una mejor persona.
Recordemos que el mayor cambio que podemos realizar, comienza dentro de nosotros mismos. Es lo más pronto, viable e inmediato que tenemos y solo depende de cada quién, sin intentar cambiar a los demás.
Los mejores propósitos son los que te propones cumplir con firmeza, a sabiendas de que le vas a poner todas las ganas a tu alcance, y que ahora sí lo vas a lograr.
En la vida, no sólo tenemos cosas, sino también oportunidades, momentos, lugares, bellas personas y desde luego la salud. Teodo eso es lo que vale la pena aprovechar.
Hay personas que viven en lindas ciudades, llenas de hermosos parques, museos maravillosos, estupendas galerías y multitud de eventos culturales. Y a las únicas ofertas que corren a aprovechar son las de las tiendas en los centros comerciales. Es no querer mirar lo que tienes a la vuelta de la esquina, creyendo que lo bueno no está a tu alcance.
Cambiar actitudes, ser uno mismo el regalo para los demás, disfrutando el lugar en el que vives, el país en el que estás. Es un buen propósito de año nuevo, es mejorar tu estilo de vida, la manera en que ves tu propia realidad.
Intenta ir más allá de lo usual, atrévete a ser más creativo o creativa, y date la oportunidad de romper con tus rutinas y soñar y trabajar por lo que quieres, teniendo la convicción de que lo vas a conseguir, y todo de la mano de Dios.
Ya iniciamos el nuevo año, y ahora te toca a ti escribir, en sus páginas, lo que quieres realizar. Y plasmar en tu diario lo que consigues.
Que el Señor llene tu vida con mucha alegría y pasión para conquistar tus sueños.
Feliz inicio de año.