El Centro de Privación de Libertad de Cotopaxi, cercano a la ciudad de Latacunga y a menos de 100 kilómetros de Quito, se transformó este lunes 3 de octubre en el nuevo escenario de muertes en cárceles de Ecuador.
En las últimas horas, según informó Fiscalía a través de su cuenta de Twitter, al menos 15 personas fallecieron en ese recinto carcelario, uno de los más grandes del país y que alberga a más de 4.000 reclusos.
En base a declaraciones ofrecidas a la prensa por parte del subdirector del Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) a Personas Privadas de Libertad, Jorge Flores, los incidentes empezaron a producirse tras la participación de los reclusos en un censo que realiza la institución a modo de relevamiento sobre la población penitenciaria.
Aquel mensaje del papa Francisco
Lo de la cárcel de Cotopaxi acontece a pocos días de haberse cumplido un año de la que fue considerada la peor masacre carcelaria del país tras un enfrentamiento en una cárcel de Guayaquil que dejó un saldo de más de 100 reclusos fallecidos.
«Me entristece mucho lo que ha sucedido en los últimos días en la cárcel de Ecuador. Un terrible brote de violencia entre reclusos pertenecientes a bandas rivales ha dejado más de un centenar de muertos y muchos heridos. Rezo por ellos y sus familias y que Dios nos ayude para acabar con la plaga del crimen que esclaviza a los más pobres. Y ayude a cuantos trabajan cada día para hacer más humana la vida en las cárceles», dijo el papa Francisco el domingo 3 de octubre de 2021 durante el rezo del Ángelus.
Desde ese momento, las masacres carcelarias han seguido inundando de dolor a Ecuador con más muertes y episodios de violencia vinculados, por ejemplo, a la lucha por el control de las cárceles entre bandas delictivas, el narcotráfico y la corrupción.
Esto además de situaciones interpelantes como las condiciones de vida de los reclusos y el hacinamiento. Las lágrimas de los familiares de las víctimas también ha sido otro capítulo «escondido» de estas duras masacre.
Con respecto al aumento de la violencia en sitios como Guayaquil, la situación llevó incluso al presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, a declarar en abril el estado de emergencia en tres provincias para intentar frenar la violencia a manos de pandillas vinculadas al narcotráfico.
Medios como BBC Mundo recuerdan que las guerras territoriales entre bandas por el control de las redes de cocaína han ejercido una fuerte presión sobre el sistema carcelario. También señala que las muertes en cárceles de Ecuador desde inicios de 2022 están próximas a alcanzar el centenar tras cuatro masacres (cárcel Santo Domingo de las Tsháchilas, cárcel de Cuenca y ahora en Latacunga).
¿Qué hacer ante tanta violencia? Fue una de las preguntas que el párroco de Nuestra Señora de Czestochowa en Guayaquil, César Piechestein, intentó responder a Aleteia en el marco de una campaña que hacía referencia al entusiasmo de ser católicos («Ponte la camiseta»). Y su respuesta ha tenido que ver con poner todo esto, además de lo que sucede en otras partes del mundo, en manos de la Virgen.
«Hemos colocado en el altar de la parroquia y en el altar de la capilla de adoración una bandera de Ecuador y de Ucrania. En todas las misas se pide a nuestra patrona, la Virgen de Czestochowa, por la paz en Ucrania y por el cese de la persecución de la Iglesia en Nicaragua».
Una misa por los reos fallecidos en masacres
Mientras esto acontece y la tragedia carcelaria vuelve a enlutar a Ecuador, el pasado 28 de septiembre la Pastoral Carcelaria de la Arquidiócesis de Guayaquil celebró una misa en memoria de los presos fallecidos en masacres carcelarias ocurridas en varias cárceles, recuerda una nota de la propia Arquidiócesis de Guayaquil.
Una mirada especial se llevó lo sucedido en septiembre de 2021 en el pabellón 5 de la Penitenciaría del Litoral, noreste de Guayaquil, con 119 muertos y más de 80 heridos.
La misa estuvo presidida por el padre David Benavides, coordinador de Cáritas y capellán de cárceles en Guayaquil. La ceremonia contó con la presencia de autoridades penitenciaria, además de representantes de la Comisión de Derechos Humanos.
Según la crónica de la Arquidiócesis de Guayaquil, también estuvieron presentes presos de la cárcel Regional 8, quienes pudieron acercarse al sacramento de la confesión con el padre Cléver Barzallo.
En tanto, en la celebración religiosa el padre Benavides pidió a los presos a rezar por su conversión y elevó oraciones por quienes murieron en esas masacres, instancia que tras el nuevo episodio de violencia en otra zona de Ecuador también ayudó a revivir el mensaje del papa Francisco en Twitter en 2021.